Nunca llegué siquiera a imaginar que este paÃs pudiera llegar a una situación como la que atravesamos, pero lo peor del asunto, no es la crisis que atravesamos generada por los gobernantes que hemos tenido durante los últimos años, sin hacer distinción de colores y credos, que ha hecho que los pobres sean aún más pobres llenando hasta rebosar los bolsillos de los ricos.
Es ya significativo que vivamos en un paÃs en el que ni siquiera se puede prosperar trabajando duro. En primer lugar porque no hay trabajo y en segundo lugar porque cuando lo habÃa, era tal el acoso fiscal al que se sometÃa a los ciudadanos que decidÃan matarse a trabajar para vivir mejor, que estos decidÃan dejar de hacerlo. En lugar de apuntar hacia las grandes fortunas, muchas de ellas hechas durante el franquismo, nuestros gobiernos han seguido sistemáticamente la polÃtica de exprimir a los trabajadores hasta dejarles lo justito para llegar con apuros a fin de mes.
Tras el gobierno responsable de la burbuja inmobiliaria, gracias a la cual vemos a nuestras familias en la calle, con una deuda millonaria después de haber sido desahuciados por no haber podido pagar una hipoteca, que se les dio de manera cuando menos, sospechosa. Responsable también de la venta indiscriminada de las empresas públicas de las que hoy se lucran manos privadas en vez de aportar fondos a las arcas del estado, llegó el gobierno que facilita los despidos para fomentar el empleo y da dinero de manera incondicional a los bancos que no dan créditos a nuestras pymes, en lugar de imponerles sanciones por la concesión de hipotecas a sabiendas de que estas no iban a poder ser sostenidas.
Hemos sido gobernados por polÃticos sin vocación de servicio que sólo esperaban enriquecerse y vivir bien. ¿Cómo es posible que haya tantos polÃticos millonarios? ¿Cómo se explica que se gane tanto dinero con la polÃtica? No es necesario hablar de enriquecimiento ilÃcito aprovechando las posibilidades que otorga el cargo, basta decir que un polÃtico de 3ª cobra más que un juez o un cirujano de la Seguridad Social. Tampoco es necesario hablar de sueldos vitalicios, basta con decir que los diputados tienen una tributación salarial «a medida» y que cuando ellos votan que se retrase la edad de jubilación hasta los 67, siguen manteniendo su privilegio de necesitar sólo 8 ó 10 años para tenerla asegurada. ¿No son ciudadanos como los demás? ¿Por qué entonces la diferencia en el trato en tantas y tantas cuestiones?
Esto no es una cuestión de orientación polÃtica, sino de desvergüenza polÃtica generalizada. En un paÃs que tiene el recorte como única arma de lucha contra la crisis, éste se aplica únicamente a los trabajadores. No hay recortes de coches oficiales, ni de cuentas de gastos. Todos los parlamentarios europeos votaron NO a la posibilidad de viajar en clase turista a Bruselas para ahorrar en desplazamientos. ¿Cuántos organismos oficiales inútiles existen por ahÃ? ¿Cuántas administraciones duplicadas? ¿Por qué no se crean leyes para impulsar un estado autonómico eficiente? Tenemos que reconocer que la España de las autonomÃas está siendo clave en el enorme gasto gubernamental que tenemos.
Me resulta increÃble que se recorten salarios, al tiempo que se gastan 72 millones de euros en papeleras inteligentes, con un chip que informa sobre si están llenas o no. O que se aumenten impuestos al tiempo que se gasta en publicidad una cantidad mayor que la de la propia obra que se publicita (datos publicados en el economista.es).
Ahora parece claro que gobernará el PP ya que los españoles vamos escogiendo la opción que nos parece menos mala cuando llega la hora de pasar por las urnas. Castigamos al que lo ha hecho mal, retirándole nuestra confianza y al existir sólo dos partidos mayoritarios, vamos alternando las chapuzas de uno y las de otro. Lo peor de todo es la falta de alternativas. Tendremos que apechugar con un partido que ya nos ha fallado anteriormente y tendremos que seguir pagando sueldos de 6000 euros a los responsables de la gestión que nos ha traÃdo hasta aquÃ.