Economía

La esquizofrenia de la prima de riesgo

Como si de una disociación específica de las funciones psíquicas, o esquizofrenia al fin y al cabo, se tratara, vivimos pendientes de algo tan volátil como la prima de riesgo adorando sus oscilaciones para llenarnos de argumentos en un sentido o en otro sin comprender, ni querer asimilar, que se trata de un indicador construido sobre las percepciones subjetivas de los inversores, los cuáles en ocasiones cometen errores y en otras especulan en su propio beneficio.

No hay duda de que el valor de la prima de riesgo es fundamental en el medio plazo (definido en estos tiempos vertiginosos por la semana siguiente) para determinar la sostenibilidad de un país y, lo que es más importante, su deuda soberana la cuál determinará la capacidad para hacer frente a los vencimientos del país. Pero estar pendientes de sus oscilaciones permanentes no hace sino provocar alteraciones cardiacas permanentes.

El rescate bancario anunciado este pasado sábado tiene que acabar por reducir la prima de riesgo en breve, no hay otra alternativa, y si en estas primeras jornadas se está incrementando de manera importante se debe más a la inoperancia efectiva de nuestro gobierno que al comportamiento de los parámetros macroeconómicos. Rajoy alteró el sistema nervioso de sus colegas europeos con aquello de que «si alguien ha presionado ese he sido yo» y los mercados no han querido dejar pasar la oportunidad para ganar unos miles de millones apostando al corto plazo.

Un cortoplacismo que no deberían de contemplar los políticos, los cuáles deberían de establecer un plan de largo recorrido y mantenerlo independientemente de la volatilidad de la prima de riesgo y de otros índices financieros, porque el gobierno a golpe de timón sólo puede llevar al hundimiento inmediato de la nave europea.

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.