El ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, ha anunciado una reforma y la racionalización de recursos para las universidades. Wert se apoya en los datos facilitados por la CRUE (Conferencia de Rectores de Universidades) para manifestar que sobra un 13% de oferta académica actual. Durante el curso 2008-2009, un total de 370 enseñanzas no consiguieron matricular más de 20 alumnos. Al mismo tiempo que, las enseñanzas de grado han aumentado un 43%, mientras que el número de alumnos se ha reducido en un 15%, para el conjunto de España.
Con estos datos, la pregunta es obvia, ¿sobran titulaciones en la Universidad de Zaragoza? Según los responsables de la Universidad de Zaragoza, tras la implantación de Bolonia se han quitado 12 titulaciones. Sin embargo, hay titulaciones con una baja demanda, y que suponen para muchos, una mala utilización de los recursos públicos.
En la entrevista y posterior debate que realicé al Vicerrector de Economía de la Universidad de Zaragoza D. Javier Trívez, en el programa «La vía de la Libertad», su candidatura explicó la necesidad de tener un equipo con experiencia para gestionar la universidad en estos tiempos de crisis y, de los serios problemas financieros que atraviesa actualmente la Universidad de Zaragoza, problemas que tendrán que resolverse conjuntamente con los representantes políticos del actual Gobierno de Aragón.
La Universidad de Zaragoza y el anterior Gobierno de Aragón, apostaron claramente por crear algunas facultades en Huesca y Teruel. Según Trívez, la duplicación de titulaciones no es el origen de los problemas de la universidad como se quiere hacer ver. El problema principal para el actual equipo de gobierno universitario, parece ser que radica en la disminución de las aportaciones que desde el gobierno de Aragón se entregan a la Universidad. Así, la Universidad de Zaragoza se ncuentra entre las últimas de España en recibir apoyo financiero, advierte Trívez. Los representantes del actual rectorado entienden que todo lo que sea invertir en la universidad es beneficioso para Aragón, máxime cuando en un estudio realizado por agentes externos a la universidad señalan que, de cada euro invertido en la Universidad de Zaragoza, se recuperan para las cuentas del PIB aragonés casi 2,7 euros.
De otro lado, Trívez sostiene que: la Universidad de Zaragoza tenía unas necesidades urgentes de mejoras en infraestructuras que no se podían dejar de ejecutar, como la Facultad de Educación. Sin embargo, parece evidente que en el futuro no podrá seguir acometiendo nuevos planes de mejoras en sus infraestructuras, tanto porque con toda seguridad no dispondrá de la financiación necesaria del actual Gobierno de Aragón, como porque tampoco podrá seguir endeudándose, como lo hizo gracias a la autorización del anterior gobierno del PSOE, para acometer futuras y necesarias inversiones de edificios y equipamiento, pues difícilmente el gobierno PP-PAR en Aragón autorizarán cualquier nuevo endeudamiento, menos aún después de que el Gobierno de Aragón se comprometiera a reducir al 1,5% el déficit autonómico para este año y cumplir así con el nuevo programa de estabilidad, con el que el Gobierno pretende reducir el déficit público del 8,5% de 2011 al 5,8%.
Mientras todo esto ocurre, los profesores y estudiantes están llamados a las urnas para elegir al futuro Rector de la Universidad de Zaragoza este 21 de marzo. El equipo económico que le acompañe tendrá que gestionar una universidad con menos recursos económicos, tensiones presupuestarias y en ocasiones también problemas de tesorería.
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