Jolgorios, 2
La independencia de Cataluña (II)
Cuestión importante a prever para el melodioso discurrir del nuevo Estado en el concierto de las naciones, es la organización de la estrategia deportiva. Comencemos con el fútbol, ya que esta península se está tiñendo cada vez más intensamente de corto.
En primer lugar es urgente reestructurar el campeonato nacional de fútbol, la denominada Liga, en sus divisiones primera, segunda, segunda B (cuatro grupos), tercera (una docenica, al menos), regional preferente, etc. etc. Se debería tender al mismo tiempo a la organización de una liga femenina y otra mixta, entiéndase; a ser posible con las mismas categorías: primera, segunda, segunda B, etc., para no desairar a las feministas.
Concentrémonos en la primera división masculina. Nos topamos de entrada con dos equipos punteros, el Barsa y el Español (recientemente Espanyol), que deberá reconvertir su nombre urgentemente denominándose Catalán o cuando menos Catalá; después el Lleida, el Girona, el Nástic (así vale), el Sabadell, el Terrasa, el Hospitalet, el Reus Deportiu y así hasta 18 seleccionados por méritos propios o ajenos, que casi todo vale en el proceloso mundo del balompié. Habrá que fichar extranjeros a toda pastilla para que puedan competir en pie de igualdad los recién ascendidos a primera con los que en la etapa prehistórica eran los ‘grandes’. De este modo, asturianos, manchegos, vascos, murcianos y gentes de otras naciones próximas como Francia, Andorra, Aragón, Italia, La Rioja, Portugal, Mónaco y la República de San Marino tendrán aquí su chance.
Luego vendrá el basquet, al que estará prohibido para siempre jamás llamar baloncesto. La Liga nacional de Cataluña incluirá los 16 equipos de rigor con las incorporaciones que sean precisas, tanto de pivotes, como de bases, aleros y demás especialidades que constituyen un club de basquet, eliminando también para siempre jamás el término baskett por lo que pueda significar de intoxicación lingÁ¼ística. Dejemos los detalles en cuanto a la procedencia y ubicación de los clubes. Ya se apañarán.
Las escuelas deportivas se modernizarán atendiendo a las recomendaciones nominativas de aquel dirigente dicharachero que gobernaba otra de las naciones peninsulares en la época prehistórica; porque no sólo existen vascos y vascas, listos y listas, etc., sino también tenistos y tenistas, ciclistos y ciclistas, surfistos y surfistas… y así sucesivamente.
Habiendo tenido Cataluña próceres figuras y figuros en el mundo del tenis, como los hermanos Sánchez Vicario, las campeonas Amela y Resaca, los campeones Gisbert, Corretja, Mantilla, Costa, Arrese, Bruguera, Casal, Carbonell, Porta, Robredo, Montañés, etc. y ciclistos tan eximios como Miquel Poblet (nacido Miguel, con perdón), Tondo, Mauri, Edo, Plaza, Purito Rodríguez, etc., se impone que las escuelas deportivas y los institutos deportivos (a cada sexo lo suyo) reciban una exquisita atención por parte del nuevo Estado.
(Continuará)