¿Estudiar y/o trabajar? Pregunta con trampa y truco señores.
La falta de oportunidades, tiempo y sobre todo la escasez de experiencia juegan un papel crucial en este nuevo escenario al que nos enfrentamos los jóvenes universitarios a día de hoy
Si nos remontamos a hace algunos años, la combinación entre estudios y trabajo era perfectamente compatible, es más, se trataba de algo totalmente corriente. Me estoy refiriendo a aquellos trabajos temporales, de fin de semana, de noche… los mismos que ayudaban a los jóvenes a combatir contra los ‘tasazos’ de sus matrículas.
Ahora, la ‘nueva Universidad’ acapara todo o gran parte del importante factor tiempo. Considero importante nombrar aquí el “Plan Bolonia” y su ‘maravilloso programa’ de asistencias obligatorias y prácticas (im)prescindibles (que a menudo me recuerdan a las tardes haciendo deberes en cuadernos de doble línea durante la Educación Primaria). Pero no voy a entrar en ese tema porque ocuparía varios debates.
Por lo que regreso a la cuestión inicial: el mundo laboral cada vez resulta más inaccesible para los estudiantes, ¿por qué? Por falta de experiencia.
Así es, a los estudiantes de hoy en día nos falta ese tipo de formación que a la larga sería un factor más que importante a nivel curricular.
En los anuncios y las vacantes de pequeños puestos de trabajo, lo remarcan: “se precisa experiencia», para todo, y esto en la mayoría de los casos supone un problema. Pues ¿quién es entonces el encargado de dar su primera experiencia laboral a un joven estudiante?
Nada señores, la pescadilla que se muerde la cola, ni lo intenten. “Se busca camarero/a con experiencia”, “Se busca dependiente con experiencia”, “Buscamos profesor particular con experiencia”, “Se precisa canguro con experiencia”. Las páginas de anuncios de Internet están a rebosar de anuncios de este tipo, incluso en los portales web dedicados exclusivamente para jóvenes.
Convivo en un piso de estudiantes, estudio en la universidad, me he visto en estas situaciones, sé de lo que hablo. Y sé lo difícil que resulta conseguir un empleo temporal y sobre todo cuando se trata de un primer empleo.
Claro, el día de mañana cuando hayamos terminado nuestras especializaciones universitarias, iremos con toda chulería a una entrevista de trabajo y es casi seguro que nos preguntarán: ¿Alguna experiencia laboral? No, cero. ¿Y por qué? Pues porque a falta de una primera experiencia, nunca pude optar a nuevas experiencias. Es una redundante realidad. Y repito que me estoy refiriendo a aquellos pequeños empleos que no tienen por qué estar directamente relacionados con los estudios que cursamos.
«Se precisan ideas urgentes» (sin experiencia previa).
Les deseo suerte, nos deseo suerte.