Ciencia

La lógica y el Universo desde la ironía






Arriba las manos. Esto no es un atraco.

Los esquemas mentales del ser humano son curiosos. Partiendo de la base que de éstos se construye la visión del mundo, que con ellos investigamos los diferentes campos de la Ciencia y el conocimiento, ¿son nuestros esquemas la auténtica y genuina medida del Universo? (nuestro Universo, para amantes de los matices)

Si autor afirma: «A es mayor que B», y luego afirma «B es mayor que C»; ¿se puede extraer una conclusión? Por el bien del lector, espero que llegado a este punto [·] haya resuelto el enigma que se esconde tras estas dos premisas. Este ávido y astuto lector, en el beneficio de su imagen y su ego, habrá pensado «sí, que A es mayor que C».

Uno y uno son dos; ¡bravo! Si nos atenemos al sistema decimal, efectivamente, uno y uno serían dos. Fuera de este sistema, por ejemplo, el binario, uno y uno serían diez, pero hasta eso tiene una explicación lógica. Sin embargo, ¿hasta dónde llega esa lógica? ¿qué pensaría el lector si se le propone que ‘algo’ puede estar en dos lugares distintos en el mismo instante de tiempo? ¿cómo se quedaría usted si autor le cuenta, con simpleza, que algunas consecuencias suceden antes que sus causas? ¿se imagina atravesando el suelo? ¿muriendo antes de vivir?

Si usted goza de sentido común, o como quiera usted denominar a aquello que nos hace movernos por nuestro mundo con orden y disciplina de acuerdo a esa naturaleza que nos arropa cuan hormigas en el hormiguero : ¿afirmaría, en el par de premisas anteriores, que C es mayor que A? ¿diría usted que esta lógica del pensamiento es la que impera en nuestro Universo? ¿le parece ‘lógico’?

Seguramente, no. Y si autor le dijera: ‘físicamente, existe una probabilidad de que usted atraviese la pared de su salón; sólo influye la escala de tiempo que, en su caso, si no tiene pensado vivir cien trillones de trillones de años, no alcanza ni el 1%: pero existe’, ¿me creería?  ¿si le dijera que existen experimentos que demuestran que una partícula llega a su destino antes de haber salido? ¿que su ADN o las reacciones químicas y eléctricas de su cerebro están sometidas a estos principios tan ‘ilógicos’?

Como afirmó el gran Richard Feynman, ‘quien afirme que comprende la mecánica cuántica, está mintiendo’. He aquí a gran piedra angular de la Física y la Ciencia moderna en general: la mecánica cuántica. Esa pequeña bastarda que Bohr y compañía trajeron al mundo, con su cerebro ‘lógico’, para desquiciar y echar por tierra lo que hasta el mil-novecientos y poco había sido elegancia, orden y armonía. ¿Qué pensaría usted si supiera que su naturaleza es probabilista y que habita en un marco no determinista? ¿cómo puede digerir la idea de que cada partícula que forma su (¿bello?) cuerpo está sometida a este frenesí en el que C es mayor que A, incluso antes de que se le formulen A, B y C?

Este texto no pretende sacarle de sus casillas, pues es realidad que al ser humano burgués de calcetines remangados le sienta mal todo aquello que se asemeje a colocar su mano sobre el ceño y otear el horizonte en busca de algo más. Sin embargo, entre ‘dires y diretes’, déjese entrever esta cuestión:

¿Es la lógica del ser humano la lógica que puede resolver los problemas de la Ciencia? Si la respuesta es afirmativa, ¿cómo ha llegado el ser humano a usar herramientas no hechas para la comprensión en beneficio de comprender aquello que hasta hoy era incomprensible’? ¿acaso podemos reinventar nuestros esquemas desde dentro dándole una nueva forma desde fuera?

Volviendo al gran Feynman, ¿puede nuestra razón de ‘superchimpancé’ comprender que los plátanos se encuentren bajo tierra? ¿podremos comprender que si A antecede a B, y B antecede a C, C antecede a todos y además se comporta el 50% de las veces de una manera y el otro 50% de otra? ¿podemos construir edificios cuadriculados con canicas sin usar cemento ni adhesivo? ¿es consistente nuestra lógica y nuestro sentido común?

¿Renacerá un GÁ¶del que nos eche por tierra todo el orden y la precisión de nuestras normas? La respuesta está ahí afuera, como le gustaría escuchar a Mulder. O, ¿está aquí dentro? ¿cuanto más dentro se mira, más fuera se está (y viceversa)?

Buenas noches. Y recuerden: este texto fue escrito y pensado incluso antes de que el autor comenzara su vaga existencia… ¡o no!

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.