A través de los tiempos ha sido algo tan habitual ,que nos parece casi normal que, en tiempos de crisis profundas, sean las mujeres quienes se remanguen para terminar siendo las verdaderas artífices de una concienciación ciudadana que nos lleve a la presión social necesaria capaz de mover montañas… En este caso, montañas de insensibilidad de quienes Gobiernan nuestro país en términos inaceptables para una ciudadanía que tiene mermada su capacidad de subsistencia, mientras ve cómo la clase política no renuncia a sus privilegios o los maquilla sin ningún pudor.
Me sorprende cómo Beatriz Talegón fue capaz de mover la conciencia de su Partido, con palabras tan duras: “Nuestro objetivo, como socialistas, es conseguir que ninguna persona se arrodille delante de otra porque sea más pobre. La gente está en la calle pidiendo democracia, Educación, Sanidad, Libertad y nosotros no estamos con ellos, estamos en un Hotel de 5 estrellas y viniendo al Congreso en coches de lujo”
Agustina de Aragón. La Artillera. Foto: sergis blog
Cómo Ada Colau, de la plataforma contra los desahucios, ha sido capaz de meterles el miedo a todos los dirigentes del país y de Europa, para que admitieran que la Ley Hipotecaria española no se ajusta a derecho. Los miembros del Partido en el Gobierno intentan desacreditarla con todos los medios a su alcance, que son muchos, pero su verdad sigue adelante con el apoyo de quienes saben lo que significa que te quiten tu casa y tener que dormir bajo un puente con tus hijos.
Cómo Patricia Hernández fue capaz de poner contra las cuerdas a la Ministra de Trabajo: Es una crueldad inaceptable decir que los jóvenes emigran por espíritu de aventura. Se han cargado las ayudas a la emancipación, han subido las tasas Universitarias, han reducido a la mitad las políticas activas de empleo, y encima les dicen a los jóvenes que se van de España porque son unos juerguistas… es tan estrambótico como pedirle a la Virgen del Rocío que le eche una manita en la creación de empleo.
Pero el ejemplo más emotivo, nos lo ha dado Elvira Murcia, una discapacitada que sufre una osteogénesis,que decidió encadenarse frente al Palau de la Generalitat para exigir al Consell un calendario de pagos, para ver si el Gobierno «le hace caso» y «para ya con las mentiras» porque «sí que tienen dinero para otras cosas».
Muchas otras personas se han levantado después, como los afectados por las preferentes.
El sistema sanitario, que ve en la privatización un “nuevo negocio político” con palabras como “Desde cuándo una empresa privada se mete en un negocio para perder dinero”…
En unos tiempos tan difíciles, con un país de 6,202.700 parados, unas mujeres se rebelan contra quienes les aseguran un trabajo; otras por solidaridad, y muchas otras por defender sus derechos, pero siempre a la cabeza de todos los movimientos una mujer, una Agustina de Aragón española…
Y no debemos olvidar algo: la relajación del déficit con la UE no lo han conseguido los políticos, lo ha conseguido un pueblo en lucha arrastrado por mujeres.
