Vivimos en épocas de crisis… ¿pero qué es una crisis? De las siete acepciones que a esta palabra le da el Diccionario de la RAE, me quedo con la siguiente: «Momento decisivo de un negocio grave y de consecuencias importantes».
Por tanto hay que afrontarla con la entereza que han de hacerlo siempre los verdaderos hombres y mujeres; conscientes de que la vida es trabajo y lucha honrada para superarse a sí mismos y por tanto, hay que perder los miedos que en realidad todos hemos padecido y vamos a seguir padeciendo, puesto que la vida es sencillamente una sucesión de crisis y miedos… que se van superando. Es cierto aquello de que… «Dios no nos envía cargas que no podamos soportar; y con ellas también envía la medicina para superarlas». Como creyente y experimentado de «unas cuantas crisis» a lo largo de mis mas de setenta agostos, doy fe de ello.
Por otra parte, hay que saber discernir lo que son crisis y lo que son tragedias, si bien ambas se superan si de verdad se lo propone el individuo y quiere lograrlo por sí mismo para su mayor satisfacción.
La fuerza que necesitamos está dentro de nosotros; sólo hay que estimularla y hacerla salir para de verdad progresar. Simplemente ello se logra, olvidando razonablemente la panza y el bolsillo propios y pensando en los de los demás. O sea trabajar para uno mismo, pero dedicar algún tiempo para ayudar a los demás y no esperar a que nos venga el líder, el caudillo, o la palanca que nos haga seguirlo como borregos. Todos somos líderes tan pronto iniciamos algo positivo para la sociedad.
Hoy predominan los derrotados y antes aún de haber empezado nada útil. Pero lo que hay es que no desanimarse; sencillamente por cuanto «un hombre o mujer, hagan lo que hagan o hicieran lo que hicieran»; llega un momento en que otros los superan y por ello hay que tener fe y confianza en las propias potencias que todos tenemos por desarrollar.
Mis máximas hace muchos años fueron y son: «Piensa, trabaja y camina… el inmenso mar está lleno sólo de minúsculas gotas de agua»; pongamos nuestras gotas positivas para ir enriqueciendo ese mar. Yo nunca me desanimé e intenté «muchos caminos». En unos fracasé en otros no. Pero piense el que esto lea que el mayor fracaso es no haber emprendido ningún camino por el que se pudo andar… ese es el mayor fracaso de toda la vida de un ser humano… «El terrible si yo hubiera ido, si yo hubiera hecho, si yo hubiera andado». Por ello sigo escribiendo y espero hacerlo hasta el último día de mi vida… «si ello me es permitido».
Es mucho menos fracaso el haberlo intentado y no haber podido realizar ese hipotético camino pensando en haber hecho algo útil para uno mismo, puesto que ello es normal y humano; pero según lo que fuere, también pensando en los demás… en enseñar a alguien, en crear unos puestos de trabajo, en crear una nueva prosperidad o riqueza que si bien sería individual pero luego revertiría en los demás. En este mundo luego todo se queda aquí y mejor al salir de él, poder decir… «tras de mí quedó algo útil y que otros aprovecharán»; por mínimo que ello fuere, será la gran satisfacción y mucha más, si aquel que deja ese «algo»; empezó cuasi «de la nada».
Es precisamente en estos momentos en que parece «que todo se tambalea»; cuando surgen esos hombres y mujeres, que incluso… «renaciendo de sus propias cenizas», hacen verdad el mito del ave fénix. Por otra parte, no olvidemos que ha sido creada la civilización más potente en fuerzas y recursos de todas las conocidas en la historia del hombre. Si hemos llegado a esta situación es por cuanto esos recursos han sido muy mal empleados; pero se puede reconducir todo y aplicarlos a crear de verdad una civilización mucho mejor y mucho más justa, que la que nos ha llevado al fracaso actual.
El individuo tiene que entender que: Progreso es; marcarse unas metas MATERIALES no muy ambiciosas y llegado a ellas, preocuparse mucho más por EL SER que por el TENER. El dinero ha de servir a su dueño y no el dueño servir al dinero, puesto que en el segundo caso, termina siendo un esclavo del dinero, ya que su fin es entonces, poner ceros a la derecha de su cuenta o capital. Por tanto el progreso es y siguiendo la máxima griega (NADA EN EXCESO y CONÁCETE A TÁ MISMO); saber vivir y dejar vivir, dentro de la máxima armonía de paz y concordia que sea posible alcanzar.
Los políticos que son los principales responsables de la situación actual, tienen la palabra puesto que son los dueños de la fuerza… veamos si también lo son de… LA RAZÁN.