Baloncesto norteamericano frente al español
La competitividad entre los equipos de la NBA es más constante a lo largo de las temporadas que en la liga ACB de baloncesto, donde además cae tras cada edición de los juegos olímpicos. Según un estudio de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, las diferencias pueden deberse a razones económicas y de organización: en la NBA solo hay una división, existe un tope salarial y los equipos más débiles tienen acceso a buenos jugadores.
La National Basketball Association (NBA) de Norteamérica y la Asociación de Clubes de Baloncesto (ACB) de España son dos de las mejores y más competitivas ligas de este deporte en el mundo. Pero quizá la liga española debería plantearse su constancia competitiva, a la vista de un nuevo estudio.
Según un trabajo de investigadores de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), la igualdad entre los equipos de la NBA es más constante de un año a otro. “En la liga española se presentan variaciones más marcadas a lo largo de las temporadas”, afirma Juan Manuel Martín, del departamento de Física y miembro del equipo que ha analizado los resultados de las dos ligas.
El hecho de que la NBA sea una liga cerrada, sin ascensos ni descensos de categoría como ocurre en la española, puede ser uno de los factores que expliquen este comportamiento. “La ACB es abierta y los equipos menos potentes restan competitividad a la globalidad”, señala el investigador, que sugiere la necesidad de diseñar estrategias para cambiar esta situación.
Grandes diferencias presupuestarias
Los autores también destacan las grandes diferencias presupuestarias de los clubes españoles, la elevada dependencia económica en determinados casos con instituciones públicas y la alta volatilidad de sus plantillas como otras posibles causas, además de que algunos tienen varias secciones –baloncesto, fútbol y balonmano, por ejemplo– y no todos los años reparten igual los recursos.
“Pero lo que realmente llama la atención en la liga española, y aunque desconozcamos las causas, es que se produce un descenso de la competitividad cada cuatro años, justo tras la celebración de los juegos olímpicos”, destaca Martín.
Los datos así lo reflejan para las temporadas 1996-97, 2000-01, 2004-05 y 2008-09, las posteriores a los juegos de Atlanta, Sídney, Atenas y Pekín, respectivamente. Los investigadores observarán si tras Londres 2012 sucede lo mismo.
Para el estudio, que publica la revista Physica A, el equipo ha examinado los resultados de la fase regular de 14 ligas de la ACB (entre 1996 y 2010) y 18 de la NBA (entre 1992 y 2010). Los datos de las dos últimas temporadas todavía no los han analizado. Los investigadores han aplicado un parámetro matemático conocido como ‘entropía de Shannon’ para hacer las comparaciones.
Respecto a la NBA, el trabajo confirma que la competitividad fue menor a finales de los años ‘90, la década de los triunfos de Michael Jordan y los Chicago Bulls. “En aquella época el dominio de los Bulls era espectacular, pero la liga en su conjunto fue menos competitiva, quizás también por el aumento del número de franquicias”, señala Yves de Saá Guerra, otro de los autores, del departamento de Educación Física de la ULPGC.
Sin embargo, esta situación cambia entre las temporadas 2001-02 y 2006-07, el periodo de máxima rivalidad. Esos años coinciden con la renegociación del límite salarial (salary cap), la cantidad máxima de dinero que cada franquicia de la NBA puede gastar para pagar a sus jugadores.
“Es probable que este hecho haya repercutido sobre el rendimiento global de la liga norteamericana, ya que el objetivo del salary cap –junto a otros mecanismos como eldraft– es evitar que solo los equipos con grandes beneficios puedan fichar a los mejores jugadores, facilitando así que se mantenga la igualdad en la NBA”, dice de Saá.
El modelo empresarial de la NBA es de tipo franquicias, donde cada equipo tiene derechos sobre los jugadores. La operativa del tope salarial y el draft –sorteo en el que los equipos débiles de una temporada son los primeros en elegir en la siguiente a los candidatos de universidades norteamericanas y ligas extranjeras– obliga a cada franquicia a estudiar bien qué jugadores elegir y cuáles blindar económicamente.
Los dos factores: dinero y jugadores
Según los investigadores, el rendimiento de un equipo viene determinado por dos factores estrechamente relacionados: el nivel de los jugadores y el económico. Sin medidas que lo impidan, un presupuesto amplio permite fichar mejores deportistas y confeccionar plantillas equilibradas, mientras que los equipos con menos recursos captan jugadores, en principio, menos brillantes. En consecuencia, sus plantillas teóricamente estarían menos compensadas y serían menos competitivas.
El estudio también muestra una caída de competitividad para ambas ligas en los dos últimos años analizados. “Es más acentuada en la ACB, debido quizá a la crisis económica, ya que el acceso a los recursos es desigual”, señala Martín, que para el caso de la liga norteamericana se pregunta: “¿La caída de la competitividad en la NBA en 2010 tendría que ver con la huelga de la temporada 2011-2012?”.
Referencia bibliográfica:
Y. de Saá Guerra, J.M. Martín González, S. Sarmiento Montesdeoca, D. Rodríguez Ruiz, A. García-Rodríguez, J.M. García-Manso. “A model for competitiveness level analysis in sports competitions: Application to basketball”. Physica A 391 (10): 2997–3004, 2012.