Es evidente que el PSOE necesita un Congreso Extraordinario. En mi opinión necesita mucho más que un simple Congreso, necesita un Programa Ideológico al estilo de su 29 Congreso. Lo peor del tema es que en estos momentos esta huérfano de un líder carismático como lo era Felipe González en aquella época, capaz de dimitir y obligar a hacer un Congreso ‘bis’ para aprobar los grandes temas que veía necesarios y en donde se declaró al PSOE como un partido socialdemócrata, que si bien mantenía sus raíces republicanas, aceptaba como forma de Gobierno la Monarquía Parlamentaria. Aquella programación ideológica, centrada en los grandes temas sociales, le permitió conseguir el Gobierno y poner en marcha las grandes utopías socialistas, como las pensiones para todos (pensiones no contributivas) o sanidad y educación universales. Mientras tanto, los partidos radicales de izquierdas han sido durante los últimos 35 años partidos residuales…
En estos momentos, el PSOE es un gallinero sin orden ni concierto, en el que desde el simple militante, o el dirigente comarcal hasta el dirigente autonómico, se permiten contradecir las posiciones tomadas por la Ejecutiva Federal y su Comisión, en los grandes temas de Estado.
Tienen que poner en orden el problema del PSC, y las posiciones que toma IS en temas que no le corresponde. IS es una voz crítica en el PSOE compuesta por los comunistas que se han ido integrando durante estos años, simplemente porque en IU no veían futuro para poder vivir de la política… y pasaron al PSOE, imponiendo un número de candidatos en las listas electorales. Ahora se van a los cantos de sirena de IU y sus posiciones, creyendo que son ganadoras.
El PSOE debe jubilar a todos/as los políticos/as que no desean los votantes; apoyar una reforma electoral que abra las listas electorales a la elección popular directa; proponer una gran reforma de la Justicia verdaderamente capaz de combatir la corrupción, liberándola del poder político; y ordenar el funcionamiento interno. Elegir un líder con fuerza y coraje suficientes para poner en marcha un ordenamiento que haga aparecer al PSOE como un bloque unido y sin fisuras, con todas sus Federaciones. De todo ello depende el seguir cumpliendo años como un Partido de Gobierno.