EL CRISOL – Pascual Mogica Costa
¿Quién ha dicho que el presidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, es insensible ante los problemas de índole familiar de los valencianos? El que lo haya dicho que sea valiente y de la cara. Se le ha criticado y se le critica a Camps, que no haya puesto en marcha en la Comunidad Valenciana la Ley de Dependencia. Unos dicen que por llevarle la contraria al Gobierno de España y otros porque las arcas de le Generalitat están llenas de telarañas. La verdad es que resulta muy complicado afirmar cual de las dos partes tiene razón. Ambos criterios se ajustan bastante a la realidad.
En cualquier caso Camps, les ha dado un buen puntapié a los detractores a esos que tan gratuitamente le acusan de falta de sensibilidad social y para demostrar que esto no es verdad y también para plantear una alternativa a la Ley de Dependencia ha aprobado un Plan de Igualdad entre Hombres y Mujeres de la Administración de la Generalitat, en las que se puede ver claramente esa alternativa a la Ley de Dependencia. Y si no lea, lea, lo que al respecto se desprende de dicho plan: “El plan permite reducir la jornada laboral ¡¡una hora!! o sin superar la mitad del horario sin pérdida de retribuciones para cuidar familiares con discapacidad o enfermos crónicos o hijos menores de 13 años con necesidades especiales…También establece adoptar los horarios en una hora para quienes tengan a su cargo personas mayores de 65 años con necesidades especiales, familiares con enfermedades graves o discapacidad superior al 65% e hijos hasta 13 años o menores de esa edad”.
Como se puede ver todo un plan para que las personas discapacitadas o dependientes estén bien atendidas. ¿Para que gastarse un dineral construyendo geriátricos o centros de día y además dar una especie de paga a todos aquellos que se dediquen a cuidar a sus familiares con minusvalías importantes o incapaces de valerse por sí mismos si con una hora retribuida de pérdida de trabajo es más que suficiente para que se les puede atender perfectamente? ¿O no? Me dirá usted que una hora es poco y que además esta medida solo alcanza a los funcionarios de la Generalitat Valenciana, pero comparado con la que se está haciendo, nada, en esta comunidad para atender a enfermos crónicos, discapacitados y dependientes significa lo mismo que encontrarte en el desierto con un pozo de agua aunque esta sea salada.
Para que luego digan que Camps solo se ocupa de las regatas y de las carreras de Fórmula 1. ¡Qué injustos somos!