Dinero, Poder y «Cultura» (léase siempre con comillas) son la verdadera y más devastadora troika. Mucho más peligrosa y devastadora a medio y largo plazo que la trilogía formada por el Banco Central Europeo,El F.M.I y la llamada Unión Europea.
Dinero, Poder y «Cultura» han ido formando un pack desde la aparición del capitalismo, y cada vez en mayor medida han conformado una especie de trinidad indisoluble, de tal modo que cualquiera de ellos resulta ser hijo de alguno de los otros dos. En el plano espiritual se podrían representar como una trilogía de agujeros negros entrelazados que interfieren en las grandes fuerzas del amor, la libertad y la evolución. Actuán engullendo literalmente los recursos de la Tierra y de los pueblos mediante engaños, violencia y supersticiones y haciendo emerger con todo descaro el rostro de la oscuridad, una mezcla fatal de egoísmo insolidario, ignorancia y despotismo cualquiera que sean los campos donde actúan: los negocios, la religión, el arte, la política, la ciencia o cualquier otro.
Este modo de proceder resulta totalmente contrario a las leyes más elementales de la libertad, de la verdadera cultura, de la naturaleza, la moral, la convivencia, la justicia,y un largo etc., y por tanto contrario a las leyes espirituales. Los espíritus insumisos no soportan este asedio estupido e inhumano y se rebelan antes o después contra alguna de las tres facetas de la opresión o contra todas ellas a la vez.
Las respuestas que encuentran son bien conocidas, pero no está de más recordarlas: se les margina, se les persigue o se les hace invisibles oficialmente como si fuesen portadores de alguna especie de enfermedad social. Y los métodos contra estos rebeldes insumisos, portadores de la luz y de la conciencia de una raza humana distinta y más evolucionada se hacen más sofisticados y más duros cuanto mayor es el peligro que representan y más notorio el fracaso de las medidas que se toman contra ellos. Si no se consigue hacerlos invisibles , se caricaturiza su personalidad, se desacreditan sus actuaciones o su pensamiento, y se crean como medida profiláctica las condiciones culturales precisas para hacer refractarios al gran público los mensajes que arremetan contra los fundamentos o la organización de este mundo.
Pero si el asesinato moral no bastara, y el peligro del incendio fuera creciente, ya conocemos cuáles son los siguientes pasos: la historia es rica en ejemplos: Sócrates, Jesús, Gandhi, Luther King y muchos otros “herejes” libres.Con el tiempo, los mismos lobos,que les matan les honran ante las multitudes, disfrazados como perversos fariseos con los valores que sus víctimas defendían.Así ha sucedido con el cristianismo, la democracia, la igualdad de derechos civiles, la libertad de pensamiento, y tantas otras cosas.
Dinero, poder y “cultura”,aparecen hoy mismo ante los pueblos representados por hipócritas defensores de los pobres que ellos generan, de los derechos humanos que ellos mismos aplastan, de la cultura que ellos envilecen, de las religiones que profanan y así sucesivamente. Su cinismo es estremecedor. Con tal de tener la excusa para detener y encarcelar a los portavoces de las libertades que denuncian sus tropelías sin cuento, no dudarían un momento en provocar auto-atentados para justificar invasiones y agresiones contra los pueblos y sus riquezas, haciéndolas aparecer como algo positivo, noble y digno que favorece la seguridad colectiva de la que se nombran máximos -y únicos – representantes.
Sabedores, no obstante, de crear el mal que dicen querer evitar, actúan como plañideras y se fingen víctimas para hacer convincente y ser aceptado su discurso. Y aunque muestren conductas pasivas ante los problemas que provocan, los fariseos de esta verdadera “troika” aparecen públicamente como los primeros interesados en darles solución. ¿Cómo?…Promesas, vaticinios y programas electorales son constantemente divulgados para mostrar ante los crecientes escépticos los buenos propósitos de quienes no están dispuestos a cumplirlos jamás.
Pero por máscaras que adopten y poses que vendan, no pueden ocultar su rostro verdadero a quien se preocupe en mirarles de frente y sin miedo. Entonces se ve claro que no hay males sociales en este mundo de los que ellos no sean responsables o resulten encubridores de un modo u otro; que no hay solución que ellos encuentren a cualquier mal que ellos provocan de la que no saquen crecidos beneficios al mismo tiempo que convierten en un problema más grave aquel que supuestamente querían resolver. Con ellos, cada fórmula de “creación de bienestar” se convierte en un nuevo malestar, cada “mejoría cultural” abre un nuevo mercado para la colonización mental; cada nueva medida contra su propia crisis conlleva represión laboral , endeudamiento colectivo y nuevos cauces para crear desempleados. De todo se benefician como todo parásito se beneficia de su huésped , creando de este modo una espiral de degradación que conduce a un callejón sin salida la existencia humana en el país que se mire mientras degrada al Planeta del modo que estamos viendo.
Mas a pesar de todo lo dicho; a pesar del cinismo, la corrupción,las agresiones sociales y la irresponsabilidad de los incompetentes e inmorales que dirigen el mundo, a pesar de las penosas condiciones de vida que nos impone la troika D-P-C con sus respectivos servidores de diverso grado, no existen más que puntuales, aisladas y fugaces muestras de repulsa aunque estén las gentes al límite de la supervivencia.¿Por qué? Porque muchos han claudicado ante sus cantos de sirena y no existe aún esa masa crítica necesaria para una gran unión que persevere en cambiar el orden de cosas existente. Existe todavía, por el contrario, una especie de ceguera extendida en el grado suficiente para que la mayoría de la población crea que quienes les dirigen están interesados por ellos , y deslumbrados por sus discursos públicos creen que pese a todo sabrán hallar soluciones razonables a los graves problemas que padecen. Ignoran que al creer en ellos con la fe del carbonero y al rendir su voluntad de poder personal a los diosecillos del Olimpo menor, se convierten en sus siervos, y los siervos siempre son sumisas víctimas .Llegados a este punto da lo mismo que a las víctimas se les llame “ciudadanos”, “camaradas”, “compañeros”, o de cualquier modo semejante: siempre son el huésped.
Quienes decimos estas cosas no gozamos jamás de simpatías en los círculos de los mimados por el poder, como es natural. Lo que no lo es tanto, es que tan a menudo nos suceda lo mismo con supuestos compañeros de viaje, y todavía menos que los ciudadanos normales, los mismos que gritan en los partidos de fútbol para dar salida a su angustia de parados, estén más dispuestos a ponerse frente a quienes decimos esto que frente a sus explotadores. No es natural, pero es lo que hay. Como en tantas otras cosas.