Francisco Doblas Reyes (Madrid, 1968) es uno de los autores líderes en la elaboración del quinto Informe de Evaluación del Grupo Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) que se hará público en 2014. El experto desgrana las singularidades de los sistemas de pronóstico que desarrolla como jefe de la unidad de predicción del Instituto Catalán de Ciencias del Clima (IC3), en el contexto de cumbres como la que se celebra actualmente en Durban (Sudáfrica).
¿En qué consisten las simulaciones que desarrollan en la unidad de predicción del clima?
En la Climate Forecasting Unit (CFU) realizamos predicciones del clima a escala global para intervalos temporales que van desde un mes a diez años. Para ello usamos modelos dinámicos del océano y la atmósfera. La simulación se realiza teniendo en cuenta la mejor información disponible sobre el estado del sistema climático en el momento de comenzar la predicción, a diferencia de lo que se hace en las proyecciones climáticas.
¿Cuál es la diferencia entre predicción y proyección?
La diferencia radica en que la primera trata de dar información sobre todas las situaciones posibles en un futuro relativamente cercano (no superior a un par de décadas) mientras que la segunda da información sobre el estado del clima a más largo plazo condicionado a distintos escenarios socioeconómicos.
¿Qué elementos utilizan para investigar?
Realizamos múltiples simulaciones en paralelo para hacer una predicción con el fin de tener en cuenta la incertidumbre que existe en la caracterización del estado climático en un momento determinado. Todo este trabajo requiere una capacidad de cálculo extraordinaria que obtenemos tanto con recursos propios y supercomputadores de varios países europeos. Con estas predicciones intentamos ofrecer la mejor información posible sobre la evolución futura del clima en el futuro próximo (como el caso de la ocurrencia de El Niño o la evolución del calentamiento del planeta en la próxima década), así como una estimación robusta de la calidad de esas predicciones.
¿De qué depende su fiabilidad?
De la misma manera que la predicción meteorológica ofrece información muy útil sobre distintas posibilidades para el tiempo de los próximos días, con un nivel de calidad que varía con la antelación con que se realizan, la calidad de las predicciones climáticas varía con el horizonte temporal que se considere (de un mes a diez años), y con la región del planeta que se considere. Una explicación en detalle del grado de fiabilidad de las predicciones climáticas requeriría bastante más tiempo y espacio.
Una de sus líneas de investigación se centra en la zona mediterránea. ¿Qué peculiaridades tiene esta región?
El Mediterráneo es la zona donde estamos intentando demostrar el valor de las predicciones climáticas con su aplicación en energías renovables y, además, presenta unas características climáticas muy interesantes. Por un lado, se encuentra en la zona subtropical en la que las proyecciones indican que los efectos del cambio climático antropogénico durante el siglo XXI podrían ser más intensos, junto con las zonas polares. Es lo que se conoce como hot spot (punto caliente). El impacto social de este cambio enfatiza la importancia de la generación de predicciones climáticas de calidad y fiables para los próximos años. Otras zonas en las que trabajamos son América del Sur, el Ártico y África, aunque la mayor parte de nuestro trabajo se realiza a escala global.
La Cumbre del Clima de Durban se celebra este año en un contexto complejo de crisis económica y con pocas esperanzas de compromisos de reducción de CO2 de países como EE UU y Canadá. Como científico ¿qué relevancia le otorga a estas cumbres?
El avance científico en la predicción del clima en un futuro cercano no depende de las decisiones políticas que se adopten en reuniones como el COP17. Esos acuerdos tienen un impacto socioeconómico muy importante, pero no científico en los plazos temporales en los que se realizan las predicciones climáticas debido al fenómeno conocido como “cambio climático comprometido”. En cualquier caso, un uso responsable de los recursos del planeta siempre será deseable.
Pero los dirigentes políticos también conceden financiación a la investigación.
Es cierto que las decisiones políticas afectan al mundo científico desde el momento en que la financiación pública de la investigación científica se decide a nivel político. Sin embargo, a la hora de realizar una predicción para los próximos meses o años, las decisiones políticas en materia de mitigación no influyen de manera significativa porque el impacto de las emisiones actuales es a más largo plazo. Lo que sí necesitamos es que la investigación en predicción tenga la oportunidad de adquirir la relevancia social acorde con sus posibilidades y una financiación estable para desarrollar las herramientas necesarias (en el marco de los servicios climáticos), algo que incluye una labor de comunicación y educativa muy intensa.
¿Cómo se debe comunicar esa información climática?
Nosotros trabajamos en la aplicación de la información predictiva de la evolución del clima a corto plazo que generamos para apoyar el diseño, la inversión y la gestión de las plantas de generación de energía renovable (solar, eólica e hidráulica). Realizamos esta labor en el contexto de un nuevo paradigma fomentado por la Organización Meteorológica Mundial conocido como «servicios climáticos».
¿Y cuál es su objetivo?
Establecer las bases sobre cómo elaborar y proporcionar la mejor información climática. Un servicio climático requiere la comprensión de la manera en la que la sociedad y la industria toman decisiones cuando se ven afectadas por el tiempo meteorológico y el clima. Es decir, crear herramientas para integrar la información climática en los procesos de decisión, un aspecto que ha recibido mucha menos atención que otros relacionados con el cambio climático.
¿Qué papel tienen en este proyecto?
Trabajamos en el primer proyecto financiado por la Unión Europea (UE) para el desarrollo de un servicio climático para el Mediterráneo, el CLIMRUN. Consiste en preparar el camino para la aplicación de la información climática para los próximos meses o años en la gestión, desarrollo y financiación de grandes proyectos de energía renovable. Al mismo tiempo, estoy en proceso de coordinar una propuesta de proyecto para la UE con 18 socios europeos para desarrollar una nueva generación de sistemas de predicción climática europeos que serán utilizados en los servicios climáticos que se establecerán en los próximos años.
Eva Rodríguez / SINC