EL CRISOL – Pascual Mogica Costa
Para empezar quiero recordar que ya en una ocasión dije en uno de mis escritos que los “fenómenos sociales” tienen fecha de caducidad. Como ejemplo de ello quiero rememorar el caso de Ilona Staller, cuya nombre es posible que no diga nada a nadie pero si les digo que se trata de la italiana pornostar Cicciolina, una actriz del cine erótico que fue muy famosa en la década de los 80 y que en Italia se destapó, nunca mejor dicho lo de “destapó”, como un “fenómeno social”. Hasta tal punto fue así que se presentó a las elecciones al Parlamento italiano en 1979, 1985 y 1987 siendo elegida en esta última presentación. Tuvo unos años, no muchos, de “gloria” y después desapareció de la escena política, social y mediática.
Yo creo que en España nos estamos “italianizando”. No hace mucho decía yo en uno de mis comentarios que esto de que vayan en las listas individuos imputados y que están siendo investigados se parecía mucho a lo de Italia donde gente como Berlusconi ha conseguido llegar a la presidencia del Gobierno italiano. Pero a esto hemos de añadirle que también estamos copiando el “modelo” italiano y como en el caso del “fenómeno social” llevado a la política como fue lo de la Cicciolina, en este país nos encontramos con casos como el de “Chiquilicuatre” y el de Karmele Marchante que tuvieron sus días de “gloria”, el primero como representante de España en Eurovisión, creo que aún no acaba él mismo de creérselo, y la segunda fue la más votada para participar en este festival musical representando a España con su canción “Soy un Tsunami”, pero todo quedó en aquello de “lo que pudo haber sido y no fue” según nos decía Antonio Machín en aquel bolero cantado por él. Como es sabido ninguno de los dos fue propuesto por nadie ni promocionado para entrar en política dada su condición de “fenómeno social” admirado por las masas. Sin embargo sí tenemos el caso de Belén Estaban, a la que han dado en llamar “La princesa del Pueblo”. A este “fenómeno social” sí la están apoyando, postulando y promocionando para que se meta en política. Al menos así lo veo yo y creo que la mayoría de los españoles. El reciente documental, “La princesa del Pueblo” que nos ofreció Tele 5 así lo pone de manifiesto. Por cierto, todo hay que decirlo, me armé de valor e intenté ver ese documental, pero fue tanta la vergÁ¼enza ajena y la sensación de estar haciendo el ridículo ajeno que experimenté que apagué el televisor y me fui a la cama. ¿Cómo es posible que se pueda promocionar a una persona para que entre en política cuando no tiene ni repajolera idea de cuáles son las necesidades de un país, como funciona la Administración y como son aquellas leyes o normativas a través de las cuales funciona el sistema? Como muestra un botón: Cuando le preguntaron a “La Princesa del Pueblo” que a quien había votado esta respondió que una vez al PP y otra a los socialistas, y a la pregunta de que a quién votaría ahora respondió que al PP porque los socialistas le habían rebajado la pensión a su madre. Imagino que se referiría que al haber fallecido su padre le habían concedido a su madre la pensión de viudedad y que cobraba menos de lo que en vida percibía su padre. Si esto es así y tiene que serlo porque las pensiones han sido congeladas para el próximo año pero no rebajadas, demuestra que “La Princesa del Pueblo” no sabe de la película ni la mitad. Cuando la viuda pasa a cobrar la pensión de su marido, nos parecerá mejor o peor, lo cierto y verdad es que esta cobra mucho menos, pero eso ocurre gobernando los socialistas y ocurría también cuando gobernaba el PP. O sea, que no se entera.
La verdad es que lo que vi sobre la vida y milagros de “La Princesa del Pueblo” me dejó atónito. Lo que esta “princesa” ha hecho socialmente destacable es decir que por su hija mata y denunciar el caso de una amiga suya que había pagado por una vivienda y que no se la daban. Lo demás, decir que hay que dar trabajo a los parados y subir las pensiones eso lo decimos todos y no hace falta ser ningún “fenómeno social” para reivindicar estas cosas. Yo creo que la “princesa” más que un “fenómeno social” es un producto de consumo elaborado en una factoría mediática.
Todo esto me trae a la memoria la infinidad de personas y en este caso me refiero a las mujeres en particular, que se han dejado la piel y algunas la vida por los demás y han conseguido muchas mejoras y cambios sociales y ninguna de ellas ni tan siquiera ha merecido un simbólico título nobiliario. Lamentable. En cualquier caso creo que en la escena política lo que sobra es gente mediocre. Para qué añadir más a este grupo.