Sociopolítica

La psicopatía en los políticos. El poder judicial sometido al poder político

Entrevista al escritor, abogado y criminalista Carmelo Anaya por Ordo Dei, perdedores anónimos

El poder judicial está sometido al poder político

Carmelo Anaya

El escritor, abogado y criminalista Carmelo Anaya

P.- ¿Es Ordo dei (perdedores anónimos) una antinovela negra en la que lo moral no es detener al delincuente, sino que el delincuente es el héroe?
R.- Efectivamente. El héroe no es el policía que detiene al delincuente, sino el delincuente que, no siéndolo, sufre desesperadamente por la maldad que lo rodea e intenta llamar la atención de la sociedad. Es un grito desesperado, alguien que clama en el desierto, cuya voz ni oímos ni queremos oír.

P.- Marcano, un hombre hábil, inteligente, capaz en la lucha contra el delito, queda en esta novela un poco desbordado por los acontecimientos. ¿Cambia su forma de ver la vida?
R.- Su vida cambia por completo. El inspector Marcano es un hombre idealista. Un policía con vocación de servicio a la sociedad en la que vive. Un hombre que, como tantos, cree profundamente en los valores que, supuestamente, conforman e impregnan esa sociedad. Pero tales creencias también lo convierten en un hombre que incurre en el pecado de la debilidad, retrocede y se convierte en un espectador pasivo del mal, se desintegra en esa marea de violencia y desorden, y cae mudo de estupor en la misma decadencia que observa y contra la cual no sabe luchar.

P.- ¿Los delincuentes del S.XXI son los chorizos del S.XX o son otros? ¿De ser así, quienes?
R.- Los delincuentes siempre han sido los mismos. Con careta o sin careta, bajo una capa de hipocresía o sin ella, siempre son los mismos. Lamentablemente, en el momento actual, sorprendentemente, nos estamos dando cuenta de que los verdaderos delincuentes gozan de casi total impunidad. Los peores, las mafias en cuyas manos nos encontramos, no son las siciliana o la rusa. Las peores mafias son los partidos políticos. Su corrupción, su impunidad, impregnando cada rincón de nuestra sociedad, nos ha conducido al momento actual. Sus cómplices, un poder judicial sometido al poder político.

Hay estudios que demuestran que las mayoría de los políticos son psicópatas

P.-Es una novela negra extraña, los principales denunciados no son los delincuentes, sino los políticos

R.- Hay estudios que demuestran que las mayoría de los políticos son psicópatas. Tienen una absoluta incapacidad de sentir empatía por los demás. Les da absolutamente igual si sufrimos. Es una manía sin déficit en las facultades cognitivas, pero con un grave daño en la capacidad afectiva, por ello sólo son capaces de comprender sus propios intereses. Sus principios morales están extrañamente pervertidos o dañados. Su ética es su beneficio, lo demuestran a diario. Y lo harán mientras se lo permitamos.[1]

P.–¿Qué has pretendido transmitir con Ordo Dei?
R.- La desesperación. La desesperación de toda una sociedad cuya descomposición ya no respeta a nadie, cuya maldad alcanza a todos, cuya violencia, aun soterrada o contenida, golpea a cualquiera que se interponga en la marea de su sin sentido.

P.- Tienes una trayectoria larga y prestigiosa. Al meditar sobre lo que has hecho ¿Quiénes son los escritores que más han influido en tu forma de entender la literatura negra?
R.- Sin duda, Jim Thopsom. Siempre que leo sus libros lo apodo el Shakespeare de los bajos fondos. También me interesa mucho Horace Mcoy.

P.- Qué evolución has tenido desde la exitosa Baria city Blues hasta Ordo Dei?
R.- .- Realmente, he escrito varios libros más. Como novela negra, digamos pura, referida a un asunto delictivo, tengo colgada en Bubok.es y en Amazon la novela El guardián de mi hermano, sobre una emergente grupo terrorista que ha aprendido la lección que ETA, desgraciadamente, nos ha dado a todos los españoles. Una novela polémica. También tengo colgada en Amazon La tierra amarilla, la primera novela en la que surge el personaje del comisario Carrillo y que trata una vieja historia de pasión imposible con una trama de especulación urbanística. Finalmente, publiqué en Bubok.es y en Amazon la novela Memento Mori, primer tomo de la trilogía cuya segunda novela es Ordo Dei, y que me gusta definirlas como delirios, como antinovelas negras, de contenido más social o metafísico que policial.

[1] El psiquiatra polaco Andrew M. Lobaczewski ha estudiado cómo los psicópatas influyen en el avance de la injusticia social y sobre cómo se abren paso hacia el poder, cuya culminación política es lo que ha venido a denominar patocracia. Lobaczewski es el inventor de la ponerología, el estudio interdisciplinario de las causas de períodos de injusticia social, donde el psicópata es un factor clave.

«La patocracia es una enfermedad de grandes movimientos sociales seguidos por sociedades enteras, así como naciones e imperios. Durante el transcurso de la historia de la humanidad, ha afectado a movimientos sociales, políticos y religiosos, al igual que a las ideologías que la acompañan… Y los ha convertido en caricaturas de ellos mismos… Esto ocurrió como resultado de… la participación de agentes patológicos en un proceso patodinámico similar. Esto explica porqué todas las patocracias del mundo son, o han sido, tan similares en sus propiedades esenciales.»

Andrew M. Lobaczewski en su libro Ponerología Política: Una Ciencia de La Naturaleza del Mal ajustada a Propósitos Políticos

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.