Es una afección cutánea que provoca irritación y enrojecimiento en la piel.
La psoriasis es una afección en la piel que provoca irritación, enrojecimiento, picores y escozor. La mayoría de las personas con psoriasis presentan zonas de color blanquecino con la piel roja y escamosa, llamadas escamas.
La persona que tiene esta enfermedad no puede contagiárselo a otras personas porque no es una enfermedad contagiosa. No se sabe qué la produce, pero puede deberse a factores hereditarios.
Las células cutáneas, generalmente, crecen en la profundidad de la piel y suben hasta la superficie aproximadamente una vez al mes. Pero en las personas con psoriasis, este proceso es demasiado rápido y las células cutáneas muertas se acumulan en la superficie de la piel, por lo que la piel se seca y provoca fuertes picores y por el rascado, en ocasiones, la zona sangra y puede provocar alguna infección en la zona, por eso es importante mantenerla hidratada constantemente.
La psoriasis puede aparecer de forma lenta o de forma repentina. A veces aparece y desaparece de un día para otro, otras veces aparece y puede estar días, semanas, meses, en función de la zona en la que aparezca y el tiempo.
Se puede observar más frecuentemente en los codos, las rodillas, zona abdominal, el cuero cabelludo, entre otras zonas.
Existen varios tipos de psoriasis:
-Eritrodérmica: el enrojecimiento de la piel es muy intenso y cubre un área grande.
-En gotas: aparecen pequeños puntos rojizos en la piel.
-En placa: parches de piel rojos y gruesos cubiertos por escamas blanquecinas.
-Pustular: también llamada psoriasis pustular de Von Zumbusch. Es muy poco común y se manifiesta con grandes áreas de la piel enrojecidas, que duelen y producen pústulas. Cuando estas pústulas se secan vuelven a aparecer de forma cíclica.
-Artritis psoriásica: la psoriasis en las articulaciones.
Existen diferentes tipos de tratamientos:
El tratamiento de la psoriasis depende de cada paciente, el tipo de psoriasis y la zona a tratar. A pesar de que no existe cura para esta enfermedad, se puede mantener controlada. Los diferentes tratamientos son los siguientes:
1. Sustancias de uso tópico: cremas, lociones, pomadas generalmente de cortisona.
2. Fototerapia: el sol es beneficioso para la psoriasis. Sin embargo, algunos pacientes pueden necesitar un refuerzo específico con luz ultravioleta artificial, o una combinación de luz ultravioleta y medicamentos, denominada PUVA, también conocida como fotoquimioterapia.
3. Fármacos sistémicos: normalmente de tipo oral, aunque también puede necesitar inyectables junto con complementarios.
Tratamientos naturales que mejoran son por ejemplo el aceite de oliva puro en la zona afectada, baños en el mar, porque la sal ayuda a que se cicatricen las heridas, aloe vera puro.
Lo importante es no llevar una vida repleta de estrés, controlar los nervios, evitar los disgustos, no tomar alcohol, tomar baños templados, ya que el caliente puede provocar escozor, evitar apretar la piel con medias y usar sobre todo prendas suaves de algodón, abrigarse bien en invierno para no empeorar con el frío, utilizar protección en la piel al tomar el sol y no abusar de él para evitar un posible cáncer en la piel, sobre todo en las pieles blancas que suelen ser más sensibles.
Se ha hablado de la enfermedad, hay grupos que realizan jornadas para informar a la gente de esta afección, pero muy poco se comenta entre la gente la discriminación que sufren los niños y las niñas de 5 o 6 años cuando la empiezan a padecer. Niñas que van al colegio y la maestra no tiene ni idea de lo que tiene y terminan arrinconándolo en un lado, para que no tenga contacto con los demás, por su mala información: no es contagiosa, quien la padece no es un bicho raro, ni tiene la sarna, ni es un enfermo terminal. Simplemente su piel es más sensible a ciertas circunstancias sociales y emocionales.
Estas jornadas y estas informaciones debieron darse hace años atrás en los centros educativos. Cuando se era más pequeño, los menores pudieron haber evitado ese sufrimiento si la sociedad hubiese tenido el conocimiento suficiente de este problema y respetar a quienes la padecían, porque aún la siguen padeciendo y el trauma infantil sigue ahí.
Cuando de pequeña se empieza a sufrir este tipo de discriminación en el colegio y en los grupos de amigos, se empieza aislando una persona poco a poco de los demás, es llamado el diferente, no por la enfermedad en sí, sino por no ser comprendido, por ser insultado, por ser maltratado psicológicamente al tener esas heridas en la piel, de las que nadie tiene la culpa. Por culpa de la sociedad que provoca traumas para toda la vida, por mucho que vengan ahora diciendo que el respeto, la tolerancia a estos pacientes… cuando han estado 17 años, con sus horas, días, semanas, meses de clase… sufriendo ese acoso, esas collejas en la cabeza en las zonas en las que se tienen las heridas, esas humillaciones por la calle, esas miradas penetrantes como si fueras un delincuente, un enfermo terminal al que hay que tener lástima, ir a la playa o a la piscina en bikini y observar que todos se te quedan mirando las heridas… Aunque también, por culpa de uno mismo, por no hacerse respetar ante el resto de la sociedad y decir: “esto tengo y punto, si no te gusta no me mires”, pero en un pueblo de menos de 5.000 habitantes, como que da miedo a hablar de esa forma a la gente, porque se producen una serie de comentarios de ignorantes que no viven entre la sociedad civilizada, y al día siguiente, será la misma historia del día anterior en el colegio, la calle… y mejor aguantarlo por dentro a no poder contarlo nunca.
Por suerte, se ha podido aguantar, callar y contar, pero no olvidar.