Si ello es así… demos gracias a Dios o a “los dioses”, ello sería una muy buena noticia para toda la humanidad. Y lo sería así, por cuanto “las masas aborregadas” que han hecho esos terribles medios de deformación, desinformación y embotamiento humanos; ya no serán posibles en el futuro y resurgirá lo que siempre marcó los verdaderos avances humanos; o sea el individuo independiente, el rebelde inconformista que siempre fue el que marcó nuevos caminos en el verdadero progreso.
Los falsos ídolos, los nefastos hombres de paja, los políticos marioneta, los “santones”, los inútiles programados para altos pedestales, será mucho más difícil el auparlos a lugares donde nunca debieron llegar, puesto que ese y no otro, ha sido el fracaso total y que nos ha llevado a situaciones de retrocesos alarmantes, que es donde nos encontramos en realidad… “todo o casi todo fue mentira; y esas mentiras las logró el poder de los medios masivos de publicidad”.
Al final se va imponiendo la fuerza real y universal, la que ha logrado abrirse camino pese a todos los muros que le han sido colocados por la fuerza del poder, de los siempre aunque disfrazados… “absolutistas”.
Los grandes poderes de las grandes rotativas, de las grandes antenas, de las grandes cadenas; saben que han perdido mucho poder y no saben como recuperarlo; máxime cuando… “se les caen los palos de las angarillas”; y sus costosísimos tinglados ya (muchos de ellos) no recaudan ni para cubrir gastos, por lo que los están reduciendo a marchas forzadas, aún cuando (y ellos lo saben) están en caída libre; y su propio y monstruoso “peso”; irá aplastándolos poco a poco y pese a las sangrías de dinero público que nos sacan aún.
No compitieron nunca y es claro que esa competitividad noble y dura que conocemos muchos seres humanos, les es desconocida.
El Estado (los Estados) están en la ruina; se han endeudado mucho más de lo que era conveniente y aún cuando huyen hacia delante, la fuerza contraria los irá llevando hacia el lugar desde donde nunca debieron rebasar sus muchas ambiciones y poco control, de una realidad; que siempre se impone, tarde más o tarde menos.
Estamos ya en esa época, donde… “el que vale, vale y el que no… a la cuneta”.
Pero… ¿Qué es lo que ha ocurrido o está ocurriendo en caída libre? Veamos.
“Parece ser que sí, que la publicidad, al menos en su concepción tradicional, agoniza ante los cambios sociales, la aparición de nuevas formas de comunicación y la consecuente fragmentación de las audiencias. Muere la publicidad convencional al tiempo que nace la comunicación con formato publicitario. Practicada ya no por los anunciantes, sino por hasta el último de los mortales, en un intento de hacer atractivos, vendibles, sus propios mensajes. Algo de lo que las redes sociales Facebook o Twitter son quizá el máximo exponente. Los anunciantes, también las agencias de publicidad, se encuentran en una encrucijada. Cambia el mundo, luego ellos están obligados a cambiar. Pero, ¿en qué sentido? Nadie lo sabe”.
El párrafo arriba copiado, corresponde al preámbulo de un extenso artículo de “Nacho Gay”, publicado en “El Confidencial” del 19-05-2010 y que pueden leer aquí: http://www.elconfidencial.com/carta-ajuste/muerte-publicidad-convencional-20100519.html
Hoy no se necesita mucha inteligencia, para proyectarse a todo el mundo a través de la red (o redes) y cualquiera con un poco de ese “material”, tan escaso en el mundo; puede organizar una pantalla y proyectar todas sus inquietudes, a todo el mundo idiomático; por tanto con el español y el inglés, es suficiente para comunicarse con todo el mundo; al menos ese mundo menos congelado y en el que cada vez más, los individuos se consideran como tales y no quieren ser convertidos en masa. Los “dinosaurios” pasarán como aquellos gigantescos reptiles antediluvianos; a sorprender al mundo del futuro, con todas sus ambiciones, avaricias y grandes miserias, mientras examinan “sus huesos”, en las vitrinas de la terrible historia del ser humano, deshumanizado.
En cierto modo o manera… “la gran crisis que los inútiles que se creían poderosos”, nos han proporcionado, se les va a volver contra ellos mismos y aún cuando aún nos quedan años de “sudor y lágrimas” (esperemos que de sangre no)… en esos años, todos los elementos válidos, se van a ir conformando y fortaleciendo y espero y confío en que ese después… resultará mucho más positivo que el terrible pasado, que ojalá muera con esta gran crisis. Amén… y que así sea.
Por tanto preparémonos para ello, es hora de trabajar y trabajar bien.
Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
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