“Yo les aseguro que cuando lo hicieron con el más insignificante de mis hermanos, conmigo lo hicieron†(Mt 25, 40).
Hay un Código de Santidad, que, entre sus normas, estatuye: “Sean santos, porque yo, el Señor, soy santo†(Lv 19, 2).
Esa es una norma de conducta más especÃfica que los diez mandamientos (McKenna, Megan. La cuaresma, dÃa a dÃa).
Yo incluyo, en esa norma de conducta, la puntualidad; pero, ¿en qué consiste ésta? “Es la disciplina de estar a tiempo para cumplir nuestras obligaciones: una cita, una reunión de amigos, una reunión de trabajo, un trabajo pendiente por entregarâ€.
Nuestra palabra debe ser sinónimo de garantÃa para contar con nuestra presencia en el momento preciso y necesario (http://igtorres50.blogspot.com/2009/05/lapuntualidad.htm/).
La puntualidad es una norma de decencia, de respeto al prójimo y de amor a éste.
Ser impuntual es menosprecio para con el hermano. Todos merecen respeto y el tiempo del hermano se respeta.
Yo no conozco a un san impuntual. No creo que lo haya en el santoral.
La puntualidad es sinónimo de buenas relaciones sociales, económicas, culturales… de toda Ãndole. Es sinónimo de desarrollo individual o personal o de desarrollo de pueblo.
Yo sostengo que un impuntual no es exitoso; ni se distingue; al contrario, no merece confianza.
Visite usted un paÃs donde reine la puntualidad y comprobará que es desarrollado, ya sea, pequeño o grande. Pongo unos ejemplos, Israel, Alemania, Aruba, Costa Rica, Noruega, USA, por solo citar algunos. Y hay que ver como le hacen más agradable la vida al ciudadano.
Y es que podrÃa asociarse la puntualidad con el orden y la transparencia. El cumplir la palabra, el horario, la obligación, también, lo es.
Antes en Venezuela algunas instituciones se caracterizaban por su puntualidad. Y fijaban una hora para celebrar un acto, y se cumplÃa al pie de la letra, ni un minuto antes ni un minuto después.
Quien quiera darse cuenta de lo que afirmo, observe… Y saque sus conclusiones. Vea, juzgue y actúe.
Hacen falta muchos ejemplos de puntualidad, que emanando principalmente de altas esferas, enseñen al pueblo a ser puntual.
Es tiempo de Cuaresma, de reflexión, de meditación, de mirarnos hacia dentro y de saber si fallamos en eso de la puntualidad. Hagamos penitencia por ser puntuales y viviremos mejor. Vale la pena hacerlo. Se los garantizo.