Justo cuando algunos voceros de la recuperación económica se vanagloriaban de haber alcanzado el fin de la crisis y el comienzo de la recuperación, nos llega la noticia de la bancarrota de CIT Group, la quinta más importante, por volumen, de la historia de Estados Unidos.
CIT Group es un grupo financiero que centra su modelo de negocio en los préstamos a pequeñas empresas y a estudiantes universitarios y llevaba unos meses tratando de lidiar con la terrible deuda que arrastraba, valorada en unos 65.000 millones de dólares, hasta que la situación ha sido ya insostenible.
Esta bancarrota choca de lleno con los datos que conocimos la semana pasada sobre la economía en Estados Unidos, según los cuales la recuperación había ya comenzado como auguraban unas cifras de crecimiento económico positivas.
Sin embargo, como bien dijo Obama, la recuperación de la crisis no pasa, exclusivamente, por conseguir cifras de crecimiento económico positivo, porque la economía es algo más complejo y se ve afectada por múltiples factores.
Uno de ellos es, sin duda, el empleo que todavía sigue en tasas alarmantes en todos los países. No se podrá atisbar la salida del túnel hasta que no se comience a generar empleo de manera consistente, y eso todavía no ha sucedido.
También es necesario que se produzca una estabilización del equilibrio entre consumo y ahorro. De la forma que tenemos montado el circo económico es necesario que las familias consuman más de lo que ahorran para conseguir dinamizar la economía de los países. En estos momentos, la relación es inversa y se están consiguiendo tasas de ahorro que no se recordaban, porque los consumidores todavía tienen miedo.
Y, por último, se debe de producir una normalización del crédito. Ahora, por mucho que las entidades financieras lo nieguen, existe una congelación casi absoluta del crédito al comercio lo cuál está ahogando a los pequeños empresarios, ya que por un lado no cobran sus facturas mientras que por otro los bancos no les financian su deuda.
Por tanto, la salida de la crisis es una mesa de cuatro patas, y de momento sólo tenemos una arreglada, el crecimiento económico, por lo que nos faltan las otras tres, porque no hay que olvidar que al igual que Estados Unidos arrastró a todo el mundo a la crisis también acabará por liderar la salida.