LIMA, Perú (16 de marzo de 2012) Sólo tres meses antes de que los líderes del mundo se reúnan en Rio de Janeiro para conmemorar el vigésimo aniversario de la Cumbre de la Tierra, la ley forestal de Brasil está a punto de ser modificada una vez más y, según los conservacionistas, no a favor de los bosques.
Las reformas propuestas al Código Forestal de Brasil, debatidas intermitentemente durante dos años, darían amnistía a los agricultores que hayan estado involucrados en actividades ilegales de deforestación antes de julio de 2008 y reducen el área de bosque que los propietarios deben reservar, favoreciendo así la expansión agrícola. Se trata, por lo tanto, de una reforma que podría representar un duro golpe a los recientes éxitos del país en su política de combate a la deforestación.
Esto sucede a pesar de que en 2009, durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio climático celebrada en Copenhague, Brasil había anunciado su plan de reducir la deforestación amazónica en un 80 por ciento. Los principales componentes del plan eran los siguientes: (1) una aplicación más severa de la ley forestal y (2) un programa nacional de pagos por servicios ambientales para compensar a los usuarios de tierra por evitar la deforestación. Un estudio reciente de CIFOR destaca la importancia de la aplicación de la ley forestal para alcanzar la meta de reducción del 80 por ciento de una manera rentable y equitativa.
“En un lugar donde la deforestación ilegal a gran escala ha sido tolerada durante décadas, no es políticamente atractivo compensar plenamente a los usuarios de tierra por simplemente respetar la ley”, dijo Jan BÁ¶rner, investigador del programa Bosques y Medios de Vida de CIFOR y autor del estudio REDD sticks and carrots in the Brazilian Amazon: Assessing costs and livelihood implications (Incentivos y desincentivos de REDD en la Amazonia brasilera: Evaluando costos e impactos sobre los medios de vida).
REDD es el acrónimo de Reducción de Emisiones de la Deforestación y Degradación de los Bosques, un mecanismo emergente en el marco de la Convención de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático. En su estudio, BÁ¶rner y sus coautores destacan la necesidad de encontrar una combinación justa desde el punto de vista social entre la compensación y la aplicación las leyes de conservación, y muestran que una aplicación efectiva de la ley es fundamental para mantener el costo de implementar REDD en Brasil dentro un rango manejable.
En línea con investigación llevada a cabo por CIFOR anteriormente, los autores identifican una deficiente definición y delimitación espacial del uso de los bosques y de los derechos de propiedad en la Amazonia como uno de los factores que reduce la efectividad de cualquier estrategia de conservación en Brasil. Por lo tanto, es posible que un cambio en las reglas de juego tenga poco impacto a menos de que la infraestructura legal e institucional para ponerlas en práctica esté completamente operativa.
Sin embargo, la inminente reforma de la ley forestal, envía una señal clara a los usuarios de tierra que tenían razones para temer que se los haga responsables de las operaciones ilegales del pasado. Por ello y con toda razón, bajar los estándares en términos de los objetivos de conservación podría ser interpretado como un incentivo para deforestar más. No obstante, una meta de conservación menos ambiciosa en el plano legal podría darles a las autoridades el apoyo moral y político suficiente como para tomar en cuenta la aplicación de la ley de forma más seria.
Las recientes y cuantificables mejoras en la aplicación de la ley forestal sugieren que la voluntad política para hacerlo está allí.
De ser aprobada, sólo el tiempo nos podrá decir si la reforma de la ley forestal fue una jugada inteligente por parte de la administración ambiental de Brasil, o simplemente el resultado de una lucha desigual de poder entre conservacionistas e intereses agrocomerciales.
Gabriela Ramirez Galindo / CIFOR