Invasión china
Confieso que no soy racista ni xenófobo, aunque vista la política gubernamental al respecto, ganas no me faltan
- Y recuerdo mucho al desaparecido don Jesús Calderón, supuesto ideólogo del PSOE (que Dios nos coja confesados) cuando decía que hacían falta varios millones más de extranjeros en España…
Más de un 15% de la población “legal” residente en España es extranjera, pero muchos autores cifran en un porcentaje similar los extranjeros no regularizados –por no decir ilegales-, lo que supondría como mínimo un 20%, es decir, alrededor de 8.000.000 de personas, que se dice pronto.
Eso si no son más, pues el número de irregulares es imposible conocerlo.
Pero lo que más me preocupa es la invasión de los chinos, la silenciosa invasión que vienen haciendo de nuestra Patria, que al paso que vamos acabará siendo la china pequeña de Europa.
Y no se trata sólo de los típicos restaurantes chinos, que proliferan casi tanto como los españoles –y a precios muy similares, que todo hay que decirlo-, sino las tiendas de todo tipo de objetos imaginables, y, sobre todo, las cafeterías.
No hay bar que se traspase que no sea tentado por los chinos, y tras el regateo correspondiente, se paga con un maletín lleno de billetes de quinientos euros, en efectivo, sin crédito alguno.
¿Quién financia estas operaciones?
Mucho nos tememos que la mafia china, y vamos a decir las cosas claramente.
Por no hablar del sector de la prostitución, que según cuentan está siendo tomado por las chinas, debidamente controladas y vigiladas por los encargados correspondientes, es decir, no señoritas independientes, que “trabajan” por su cuenta, sino personas explotadas, sometidas a presiones, y posiblemente desprovistas de su pasaporte y documentos que les impidan huir o denunciar su situación.
Se dice –y no lo se con certeza- que los chinos se benefician de incentivos fiscales a la inversión extranjera, y durante varios años disfrutan de un régimen tributario especial. Y posteriormente van cambiando los negocios de nombre o de empresa, para seguir pagando pocos o nulos impuestos en España…
Agradecería que alguien que conozca el asunto con más detalle escribiese al respecto, para general conocimiento.
Por no hablar de la casi inexistencia de muertes de chinos. Estadísticamente esta comprobado que suele fallecer por causas naturales un 1% de la población, aproximadamente.
Hace unos años publicaba el diario “El Mundo” que de un colectivo legalizado de cien mil chinos en Madrid, únicamente se habían producido siete defunciones, creo recordar, por lo que las cifras no cuadran.
Es posible que todos los que vengan sean jóvenes, y su porcentaje de fallecimientos sea inferior, pero lo que es evidente es que algo raro sucede con los muertos. Y con sus documentos.
Pues, ¿alguien es capaz de distinguir a un chino de otro de edad similar?
Se dice que no piden créditos
Que escasamente acuden a los bancos, y que tampoco utilizan nuestro (penoso) sistema judicial.
Tan sólo en dos ocasiones he visto a chinos en juicios, y en ambas para retirar las denuncias previamente formuladas a la fuerza, ante la actuación policial “de oficio”, es decir, por llamadas telefónicas de ciudadanos españoles, no de los propios chinos, que solucionan sus problemas “en casa y en familia”, sabe Dios como.
En resumen, algo huele a podrido, y no en Dinamarca, precisamente, sino en España.
Convendría que el gobierno -¿pero que se puede esperar de estos incompetentes?- limitase la entrada de chinos en España, y controlase debidamente sus negocios, sobre todo laboral y fiscalmente.
Bienvenidos sean los chinos, siempre y cuando se dediquen a actividades legales, y paguen los impuestos correspondientes, como cualquier español.