Sociopolítica

LA SONRISA EN VALENCIA SE SIRVE FRÁA

El Juez ve indicios suficientes de cohecho en Camps y en otros altos cargos del Gobierno Valenciano. No admite el auto que alguien  diga que es poca la cuantía de la dádiva, incluso ridícula,  dada la dignidad de las personas obsequiadas, pues es grande “el desvalor de su acción”, se lee del juez José Flors. El TSJV no archiva, pues,  la causa, no la sobresee. Camps recurrirá. María Dolores Cospedal le defiende. Rajoy no se siente con autoridad para decir palabra. Lo más fuerte que el “registrador” ha dicho es que “nadie se vende por tres trajes”. Esta acción obsequiosa de “poca cosa” parece tener el mismo celuloide, que tuvo el “hampa dorada”. Estos gobernantes simplemente vestían  trajes, americanas, pantalones, esmoquin, frac, apropiados para asistir a FITUR, las TVC, EXPOVACACIONES, SITC, INTUR. Si la facturación de la sastrería pudiera sumar los 82.595’28 €, los contratos de muy variado objeto adjudicados por diferente organismos de la Administración de la Generalitat Valenciana a la trama,  durante los años 2005 a mayo de 2009, pueden suponer cantidad  no inferior a los 6.917.380’06 €. Están cercanos a ser cogidos, porque formaban parte del alijo de negocios que no sólo en la sastrería ha dejado rastros, sino también en un ordenador requisado, al hilo de la investigación, en la embarcación de recreo que usaba la trama. La barca tiene por nombre “parapipi”. Su bautizador debiera ser pasado por la quilla. Hasta el 15 de los corrientes a las 10`30 horas de su mañana tiene el PP para recurrir, pues a esa hora Camps y los otros han sido citados para comparecer ante el Jurado. Rita Barberá prueba la sonrisa de los imputados y percibe que en Valencia la sonrisa del PP, como el agua de Valencia, se sirve fría.

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.