Otra mentira más del nefasto y devastador Zapatero; el que y con la cantinela de siempre, “que no es otra que la de la protección social”; ha anunciado a bombo y platillo que las pensiones van a subir, sobre todo las mínimas en un porcentaje mayor que las normales. La inmensa mayoría de ellas; que se consideran “privilegiadas” aunque muchos de esos matrimonios, apenas van a cobrar “los veinte mil duros” al mes que son la inmensa mayoría de pensionistas y que o no llegan o pasan algo los seiscientos euros; que es lo justo para no morirse de hambre sin tener que ir mendigando como ya lo hacen cientos y cientos de miles de españoles, que como ocurriera tras la terrible guerra civil española, van peregrinando de comedor en comedor mantenido por entidades laicas o religiosas, bancos de alimentos igualmente sostenidos por “buenos samaritanos”, puesto que el Gobierno; no tengo noticia que tenga abierta ninguna red oficial para atender en ella a tanto muerto de hambre o carentes incluso de techo donde cobijarse, que igualmente los que hay o son municipales o mantenidos por organizaciones religiosas o laicas y sobre la base de “la caridad pública”.
Y esa falsa subida para pensionistas es mentira como igualmente lo fue la del pasado 2009 y ello se demuestra sin mucha dificultad por cuanto, las subidas que controla el Estado en los bienes o productos imprescindibles, superan con creces todo lo demás; por tanto fue y va a seguir siendo un empobrecimiento de los pensionistas en su mayor parte; veamos el por qué de ello.
Se ha publicado que el coste real de la vida para la mayoría de pensionistas representa en el 2009, una subida de un tres a un siete por ciento y se nombra en esas subidas desde el pan a los alquileres, continuando con el agua, los carburantes y energía, electricidad, billetes de bus o metro y otras muchas cosas, entre las que entran los alimentos más necesarios y que las que todos consumimos; pero las capas menos pudientes necesitan más; puesto que lo que no ha subido o incluso ha bajado, son los productos de alto precio y que pocos o minorías son los que consumen; los que igualmente han tenido que recortar gastos y es claro que los recortan de aquellos productos más superfluos… “mariscos, pescados o carnes de más calidad o más altos precios” y bajan escalas a productos más económicos. Y como estos precios los marcan las subastas en lonja; lógico que una gamba o langostino que el año pasado se vendiera a diez, este año se ha vendido a siete o incluso a menos.
Pero la patata, el tomate, la verdura en general, el pescado corriente y en fin, todo lo que lleva la inmensa mayoría de “las cestas de la compra ordinaria” y que la mayoría de españoles tiene que nutrir cada día… ¿Han bajado de precio o lo han hecho sensiblemente como para que el ama de casa vea revalorizada su moneda? No, a las amas de casa que he preguntado dicen que no, que lo de diario sigue “su marcha y que esta no es la de bajadas notables”.
Las pensiones y en general se van a revalorizar en 2010 en un uno por ciento y ya la electricidad, sólo la electricidad, se anuncia oficialmente que subirán un tres por ciento; aunque luego y en esas facturas que sólo entienden los “ingenieros contables”, te pueden colocar conceptos que ese tres por ciento y a final del año igual resulta el seis o el diez por ciento más; no hablemos de las tasas sobre la vivienda, el agua, basura, desagÁ¼es y toda “la metralla con que nos fusilan cada año unos ayuntamientos ya arruinados pero insaciables por recaudar sea como sea un dinero que necesitan para mantener ese ya crónico malgasto parasitario a que estamos sometidos”.
Incluso las multas de tráfico “unos y otros”, las han subido tanto de precio que ya son brutales formas de recaudar más dinero tanto nacional como local y los agentes más parecen nuevos recaudadores de impuestos que veladores de la seguridad viaria, que sobre todo en las ciudades es caótica y cada cual hace lo que le viene en gana. Aumentemos a todo ello, un uno por ciento (del 18 al 19 %) que el Estado se va a quedar, e los exiguos intereses de los ahorros que usted pueda tener y ahorrados “pasando fatigas”; lo que representa un empobrecimiento más.
Tristemente nada ha cambiado desde que aquel intelectual afirmara cuanto sigue: Los políticos mienten cuando afirman, mienten cuando niegan, y sobre todo mienten cuando callan: Miguel de Unamuno.