EL CRISOL – Pascual Mogica Costa
La tragedia, la gran tragedia de Rajoy, es que la mayoría de los españoles a través de las encuestas dan como ganador, si se celebraran ahora elecciones, al Partido Popular, esto se puede conceptuar como normal si tenemos en cuenta los tiempos que corren y que esa mayoría de ciudadanos que puede dar la victoria al PP echan la culpa al Gobierno de Zapatero, con mayor o menor grado de razón, esto es discutible, de todo que está aconteciendo. Pero la gran tragedia de Rajoy es que la mayoría de españoles, una mayoría muy superior a esa que daría la victoria al partido de la derecha, no le quiere a, no confía en él. La apreciación de los votantes es la de que considera que Rajoy no está capacitado para gobernar, ni tiene la suficiente capacidad para saber estar y demostrar que es un hombre de Estado que está al margen y muy por encima del chismorreo y de la crítica fácil que a diario practican él y sus adláteres. Una, mejor dicho dos, reciente prueba de ello es el haberse metido en dentro del estridente gallinero que algunos formaron con su crítica cruel y burlona en relación con las hijas de Zapatero. Otra, la última por ahora, es la de juzgar la actitud del Gobierno de España ante el secuestro de 36 pescadores que desarrollaban su trabajo a bordo de un barco con bandera española, cuando todos estamos inmersos en una situación de angustia y desespero ante el trance por el que están pasando esos trabajadores del mar. En ambas ocasiones Rajoy ha puesto de manifiesto que no sabe estar y que tampoco sabe guardar, al menos, las formas cuando los acontecimientos así lo demandan. En pocas palabras: Le falta clase y expone a la luz pública cual es su catadura moral y su altura de miras. Por eso, y por muchas otras cosas, la mayoría de la gente no lo quiere. Esa será algún día, si alguien no lo remedia, la tragedia de los españoles: Verse gobernados por un individuo que no quieren, que no confían en él, y que llegará al poder por el mero hecho de ser presidente de una formación política. Pero nunca por méritos propios. En cualquier caso hay que reconocer que el que mejor ha interpretado las encuestas ha sido Manuel Fraga. Su conclusión es demoledora para Rajoy. Fraga ha dicho: “No nos engañemos, Zapatero sigue por encima”. Es evidente que la preocupación, lógica, de Fraga choca con el optimismo de Camps que ha dicho: “En el PP estamos todos muy contentos, y eso es muy bonito”.
Dicho lo anterior, quiero acabar con un ruego. Este ruego se fundamenta en una petición a las distintas cadenas de televisión en el sentido de que cuando vayan a ofrecer imágenes de Federico Trillo, el del Yak-42, que antes de hacerlo adviertan de que las imágenes que van a ofrecer pueden herir y ofender, la sensibilidad y la dignidad del espectador. Este es otra “gloria” de la derecha.