Una trampa saducea es una pregunta capciosa que se plantea con ánimo de comprometer al interlocutor, ya que cualquier respuesta que dé puede ser considerada inconveniente.
La Economía tiene mucha inercia y puede aguantar a corto plazo las incertidumbres políticas debido al empuje del empleo y de la confianza del consumidor, porque la recuperación iniciada desde 2014 mejoró el balance de las empresas, y su inversión en bienes de equipo (esencial para mantener el ritmo en la actividad productiva) se ha recuperado con fuerza en los últimos trimestres, lo que permite un cierto margen en estos momentos de complicado futuro político.
Ahora bien, esta incertidumbre -que provoca aversión al riesgo- deteriora el clima de confianza y las expectativas de gasto de los consumidores, y esa es una mala noticia para España, lo que explica que la prima de riesgo haya subido y que la Bolsa no se recupere.
Para Keynes, la eficacia marginal del capital era una cuestión de expectativas
De tal modo que el cambiante humor de la comunidad empresarial podría contrarrestar incluso unos bajos tipos de interés favorables a la inversión… y los empresarios no ven claro el panorama futuro a la hora de invertir, crear empleo, producir y vender, para que los consumidores con renta suficiente puedan comprar sus productos…
Y la pregunta capciosa es: ¿seguirán las grandes empresas pagando menos impuestos que la clase trabajadora?
Evidentemente dependerá del grupo político que pueda gobernar… ¡si la trampa saducea de los grandes Bancos, Eléctricas, etc. lo permite!
Ya un reciente informe del banco suizo UBS informaba a sus clientes de que la incertidumbre puede pasar factura, estimando que la legislatura será corta y la crisis política afectará el valor de los activos ante la previsible dificultad para aprobar reformas económicas. Concluyen que las previsiones de crecimiento son “ambiciosas” para el primer trimestre de 2016.
La “trampa saducea” plantea una corrección bajista y brusca de la bolsa, elevación de la prima de riesgo y retracción del consumo, de la inversión interna y una fuerte salida de la inversión exterior… si el Capital (…y Europa) se ponen nerviosos…
Una cosa es lo que quiere el pueblo y otra lo que quieren los poderes económicos…
Tiempo al tiempo.