La dimisión por abusos sexuales a antiguos seminaristas – y hoy sacerdotes denunciantes- del Cardenal británico O¨BRIAN, añade un nuevo escándalo en la Iglesia , ya que hace pocos dÃas anunciaba su participación en la elección del nuevo Papa. Por estas mismas fechas la prensa internacional se hace eco de lo que sucede tras los muros del Vaticano, donde el papa dimisionario guarda celosamente una información confidencial de alto secreto que solo dará a conocer a su sucesor. Cómo estarán las cosas para que exista tanto de todo.
La corrupción púrpura: Sexo y corrupción en el Vaticano
En una agencia de noticias argentinas (Notiexpress Rosario)  encontramos el siguiente titular:  “Una red gay, como una de las causas de la renuncia del Papa».
Comienza asÃ:
21/02/2013 09:01 | Explotó la bomba. El diario italiano La Repubblica publicó hoy un artÃculo sobre las razones de la dimisión de Benedicto XVI. Un miembro del coro del Vaticano ofrecÃa servicios a homosexuales, entre ellos, seminaristas y jovencitos; saunas, chantajes y sexo en el centro de la controversia. Dice el informe que el próximo Papa, «deberá ser lo bastante fuerte, joven y santo para poder afrontar el trabajo que le espera».
“El 17 de diciembre pasado Benedicto XVI recibió un dossier de casi 300 páginas, dividido en dos tomos, que guardó en la caja fuerte del apartamento pontificio. Era el informe completo de la investigación sobre la fuga de documentos robados del despacho del Papa (el llamado ‘Vatileaks’) realizada por los cardenales Julián Herranz, Jozef Tomko y Salvatore De Giorgi. Tres cardenales mayores todos ellos de 80 años y que conocen muy, muy bien cómo funciona la curia. El contenido de ese informe, según asegura hoy el diario ‘La Repubblica’, serÃa demoledor. Hasta el punto de haber convencido a Benedicto XVI de que tenÃa que dimitir para posibilitar que un Papa más joven y enérgico llegue al Vaticano y se encargue de hacer limpieza a fondo. Porque ese informe revelarÃa luchas de poder, malversaciones económicas, relaciones homosexuales… El  artÃculo de ‘La Repubblica’ recuerda como ya en 2010 salió a la luz un escándalo que dejó traslucir la existencia de seminaristas que se prostituÃan, de un miembro de un coro vaticano que ejercÃa como proxeneta.
Todo gira en torno a la observación del sexto y séptimo mandamiento», asegura el periódico italiano citando a una persona muy próxima a uno de los autores del informe. «No cometerás actos impuros», proclama el sexto mandamiento; «no robarás», dice el séptimo.
(Fin de la cita)
Ahora podrÃamos preguntarnos:
¿Es  esto anecdótico en la Iglesia, o es algo que se viene repitiendo en dos milenios y de  siglo en siglo? Porque  si sucede con frecuencia, la imagen de una Iglesia que se auto titula cristiana es de todo, menos eso. Y no vengan algunos  a decir lo de siempre: que la Iglesia la forman personas y las personas yerran. La Iglesia es una institución totalmente jerarquizada dirigida por una numerosa  élite purpurada en el seno de la cual suceden hechos delictivos que son tapados. Tapados  por los muros de la doble moral del Vaticano y los del silencio… hasta que nos enteramos. Y los purpurados  y sus protegidos siempre salen de rositas, unos a pesar de encubrir y otros a pesar de delinquir, pero no sus vÃctimas. Sus vÃctimas siempre sufren. Por eso podemos preguntarnos como indica el tÃtulo del siguiente libro:
¿Quién está sentado en la silla de San Pedro? (Vida Universal, 2008, tres tomos. I, II y III). De él  reseñamos los siguientes textos:
“Retrocedamos un poco  al año 2001 y recordemos los titulares de los periódicos de entonces: “El Vaticano admite: sacerdotes obligan a monjas a tener relaciones sexuales. Obispos  en Ãfrica  obligan a mujeres a mantener relaciones sexualesâ€. Esto el Vaticano lo relativizó en aquel entonces, diciendo que se trataba de una excepción. Sin embargo, poco después, y de 24 paÃses se dieron  a conocer  casos semejantes, entre ellos en Brasil, Colombia, la India, Filipinas, Italia e Irlanda (o sea, también en Europa).Un superiora que buscó la ayuda de un obispo fue castigada disciplinariamente.
Vemos asà que también en el año 2001 a las mujeres no se les concede ninguna dignidad como ser humano por parte de la Iglesia. Que estos abusos sexuales no son casos excepcionales lo demuestra un estudio efectuado en los Estados Unidos. Según éste, el 40% de las monjas americanas, es decir, unas 34 mil mujeres, han sido vÃctimas, por lo menos una vez, de de abusos sexuales por parte de sacerdotes o de otras monjas. Aquà ya no podemos hablar de casos aislados… (sic)
EL VATICANO EXHORTA A OCULTAR LOS DELITOS.â€MANTENER EL SECRETO CON EXTREMO SIGILO.DE LO CONTRARIO, EXCOMUNIÓNâ€.
No son casos aislados, sino que son miles los sacerdotes que han abusado sexualmente de niños. En la página de Internet de una prestigiosa revista alemana “Spiegel online†del 17-2-2004, puede leerse que un dictamen oficial, pedido por la conferencia norteamericana de obispos, ha constatado que tan solo en los EEUU, casi 4.500 sacerdotes han abusado de niños entre los años 1950 y 2002.En este periodo de tiempo, a las 195 diócesis llegaron 10.667 acusaciones. Es de suponer que esta cifra es muy inferior a la realidad, pues la mayorÃa de estos casos de abusos no salen a la luz pública…(Sic)..
Precisamente en los Estados Unidos, ha habido un cardenal  que ha sobresalido mucho en evitar que salieran a la luz los abusos: Bernhard Law. Durante años tuvo conocimiento de los abusos sexuales sin hacer nada contra los autores, como puede leerse en la revista “Spiegel on lineâ€. ¿Y qué ha sido de este cardenal? Bernhard Law hizo carrera. En 2004 fue nombrado arcipreste de la basÃlica romana de Santa MarÃa Maggiore, y fue uno de los 115 cardenales que se congregaron para la elección del actual Papa, Benedicto 16…
Titular del periódico alemán Süddeutsche Zeitung del 19-8-2003:â€Iglesia católica. Sacerdotes deben ocultar abuso sexualâ€.
Los obispos de todo el mundo fueron instruidos en 1962 en un documento del Vaticano altamente secreto, a perseguir dentro de la iglesia los desmanes de los curas pederastas, “manteniendo con sumo cuidado el secretoâ€, informó el periódico londinense “The Observerâ€. También las vÃctimas de los abusos debÃan callar  bajo la amenaza de ser excomulgadas.
El actual Papa, cita The Observer, ha subrayado en una nueva circular del año 2001 que el documento sigue siendo válido.
Piénsese en lo que está sucediendo aquÃ: los crÃmenes han de ser mantenidos en secreto, no han de salir a la luz pública, y la iglesia traslada simplemente de parroquia a los sacerdotes culpables. ¡Hay que imaginar lo que esto debe suponer para los niños y para sus padres!.â€
A menudo saltan a la prensa noticias sobre indemnizaciones que la Iglesia paga por los delitos de abusos sexuales a niños. Pero… “Uno debe hacerse consciente de que aquello de lo que nos enteramos por la prensa es tan solo la punta del iceberg, porque en la mayorÃa de casos delictivos, la iglesia compra el silencio de los afectados pagando sumas de dinero que a veces ascienden a millones, sin que exista un proceso judicial por medio la mayorÃa de veces. También esto se puede leer en el periódico alemán “Süddeutsche Zeitung†del 22-3-2002: “La mayorÃa de las veces jamás se llegó a llevar a cabo un proceso. La mayor parte de las veces, se compró sencillamente el silencio de los niños vejados y el de sus padres. Desde mediados de los años ochenta, son por lo menos 1000 casos…. En total, como informa el New York Times en esos dÃas, la iglesia en los EEUU de América ha gastado en indemnizaciones y compras de silencio la increÃble suma de mil millones de dólaresâ€.
(Hasta aquà las citasâ€)
¿Qué  puede esperarse de esta Iglesia que protege a sus delincuentes ? Por de  pronto el último nombramiento del Papa  actual para la dirección del Banco Vaticano, está en la lÃnea clásica: un ingeniero alemán constructor de barcos de guerra.
Guerra, dinero, corrupción, sexo, fastuosidad principesca de los purpurados… Todo esto y mucho más forma el  cortejo siniestro de la Iglesia  que va saliendo poco a poco a poco a la luz, y cada vez que la luz llega, las sotanas tiemblan.
Otra bibliografÃa:
Historia criminal del cristianismo, de Kalrheinz Deschner (edit. Roca). También  puede bajarse parcialmente en Internet.Â