No anda muy bien aconsejado su Majestad el Rey don Juan Carlos I. Ante lo que los medios de comunicación informaron en su día, hace cuatro meses, de que el padre del Rey tenía una cuenta en un banco suizo que ascendía a 1.100 millones de las antiguas pesetas y que al Monarca español le correspondían 375 millones del total antes citado. Cuando ya prácticamente se iba olvidando el tema la Casa Real ha decidido dar cuenta de lo que fue de aquellos dineros y dicen que los gastaron en 1995 en pagar las deudas del padre de don Juan Carlos y en diversos gastos y que el Rey no tiene cuentas en el extranjero, añadiendo a todo esto que no pueden probarlo con documentos físicos pero están seguros de que se pagaron los correspondientes impuestos. Tarde y mal llega la explicación dada por La Zarzuela y lo único que ha provocado es que los ciudadanos vuelvan a dudar de si las cosas son como las dicen desde la Casa Real o la realidad va por otro lado. En cualquier caso los asesores del Rey no han estado muy brillantes que digamos, posiblemente hubieran estado más acertados en haber dejado pasar el tiempo y que la gente se vaya olvidando del hecho, de un hecho que curiosamente nos hace reflexionar a los españoles hasta el punto de que nos preguntamos que como el padre del Rey quería restaurar la monarquía en España y ser él el Rey de España cometiendo un acto de carencia de patriotismo teniendo su dinero en Suiza y no en su país, no creo que fuera por miedo a que Franco se lo incautara, ni tampoco miedo a que el nuevo sistema democrático se los pudiera hurtar. Franco murió en 1975 y en 1993, año de la muerte del padre del Rey, el dinero seguía, 18 años después de la muerte del dictador y por tanto de democracia, en Suiza. Como antes he dicho tarde y mal. Hubiera sido mejor no “meneallo”.
Siguen asesorando mal al Rey, y desde La Zarzuela se ha puesto de manifiesto la consideración que a la Casa Real le merecen los abucheos que últimamente están recibiendo algunos miembros de la regia familia. Los portavoces del Rey han dicho que a la Casa Real no le preocupan estos abucheos, pero sí que les molestan añadiendo a esto que les parece una forma de manifestarse poca educada. Decir que “no le preocupan” las muestras de protesta ante la realeza me parece de una falta tal y absoluta de sentido común y de no ser capaces de calibrar en su justa medida lo que estos abucheos suponen y lo que tendrían que preguntarse, en lugar de decir que “les molestan” es de averiguar el porqué de esta actitud de un sector de la ciudadanía. No son solamente los que gritan los que están disconformes con la Casa Real, los hay que desde sus casas, ante el televisor, gritan también. En cuanto a la falta de educación quien esté libre de pecado que tire la primera piedra. El Rey, a lo largo de su reinado y más acentuadamente en la actualidad, no se está caracterizando precisamente por su respeto a los españoles, y la falta de respeto a los demás yo lo considero como una falta de educación. No basta con decir “lo siento, me he equivocado y no volverá a ocurrir”, esas palabras jamás debió pronunciarlas, lo que debió evitar fue el hecho que provocó el que tuviera que manifestarse de ese modo ante la ciudadanía. Aquella escena fue patética y aunque alguien del entorno del Rey piense que esto le enalteció ante los españoles se equivoca de medio a medio. Fue una imagen lamentable y bochornosa. Y ya puesto en lo de la “mala educación” de los que gritan a los miembros de la Familia Real, habría que decir el Rey debería dar ejemplo y haber educado adecuadamente a algún o algunos miembros de su familia y de este modo haber evitado el trance por el que la Casa Real está pasando, según sus miembros, por un calvario.
Yo comprendo que la Familia Real está pasando por una situación muy agobiante, con la consiguiente pérdida de imagen, pero la verdad sea dicha, al menos así lo pienso yo, es que deben meditar y medir muy bien sus pasos antes de pronunciarse públicamente en todo aquello que les pueda afectar de forma directa.