Hace muchos años oí a un conferenciante (curiosamente Argentino: Jorge Ángel Livraga Ricci) que aseveraba el que la humanidad y a partir de los años 1950/60, había empezado a entrar en una nueva edad media o medioevo.
Aquello me sorprendió; pero por lo insólito para mí, no lo olvidé nunca… luego la involución (que no evolución) de los hechos me ha hecho recordar aquella sentencia, miles de veces y sí… puede ser cierto que como aquel filósofo afirmaba, la Humanidad no va en línea ascendente, sino en ondas que «suben y bajan» y como en otras veces, se entra en periodos que se creían superados ya.
Por ello, es posible que la mítica Ave Fénix; ya se esté quemando y reducida a cenizas; de éstas vayan surgiendo otras etapas de miserias humanas; puesto que la vida del ser humano que conocemos; es simplemente miserable; puesto que no aprende de sus fracasos y persiste en ellos. Y el estudio de la historia de «ese pobre hombre», nos lo demuestra hasta la saciedad. Cambian los marcos pero los hechos siguen siendo los mismos; fuese a pie (ese hombre), a caballo, en cuadriga o carroza… o en automóvil, avión, o cohete supersónico.
Yo ya soy viejo y acabo de cumplir 71 agostos; espero ya estar muerto cuando el deterioro ya sea más insoportable, puesto que pensar en que la actual gran pudrición pueda regenerarse… es algo tan absurdo que más no cabe; viendo como nadan «los podridos peces en las ciénagas y fangos de las aún más podridas políticas que dicen gobernar al hombre» y que sin embargo se organizan para exprimirlo cuanto más mejor.
Aún así y mientras viva y pueda darle a la tecla… «haré mi siembra de experiencias», que no dudo algunos recogerán, como yo recogí la de los viejos que me precedieron. Pues contrariamente a lo que predican los denominados «enseñantes»… lo que enseña de verdad es la vida vivida y la que pueden contar los viejos y viejas, que de verdad, han vivido la vida y pegados a la corteza terrestre, sin que les resguarde ningún «acolchamiento». Y menos, los enormes y absurdos algodones que han envuelto a las últimas generaciones, que faltos de defensas, no suelen ser resistentes para enfrentar la vida como hay que hacerlo cuando se presentan las dificultades.
Hoy todo el mundo llora, teme, sufre de miedos absurdos y en vez de buscar cada cual su propio camino, andan mendigando a los que creen superiores (pobrecitos) para que les den la limosna, el subsidio, el puesto oficial y sin complicaciones y en definitiva… «el chollo» (que decimos en España) para vivir sin dar un palo al agua; vivir bien y caiga quién caiga… ¿Qué para ello hay que bajarse bragas o pantalones?… nada nuevo bajo el sol… «con el más perverso uso de estas prendas y lo que guardan… se han conseguido y se siguen consiguiendo muchas cosas».
Tristemente sigue funcionando lo que hace mucho denominé como… «la panza y el bolsillo» y los pocos que se atreven a enfrentarse a tanto materialismo, son apartados como siempre… y si hoy no se asesinan «legalmente»; es por cuanto el aparato material y controlador de las masas, ha llegado a un grado de perfección que permite… tener «todo atado y bien atado» y no como creyó el iluso dictador Franco, que dejó dicho aquello y que luego ya se ha visto que es lo de siempre… «el muerto al hoyo y el vivo al bollo»… o sea… «la panza y el bolsillo»… el cerebro congelado y a seguir adulando a «la razón de la fuerza»… lo contrario; o sea, «la fuerza de la razón», aún está hibernando en las sociedades del mundo y por lo que vemos, seguirá haciéndolo aún muchos siglos más. Tal es el destino del futuro viendo la historia del pasado.