Seguridad personal, un lujo para privilegiados
Posiblemente y “con lo (ó la) que está cayendo”, frase muy original y apenas utilizado últimamente, casi tan odiosa como la famosa “hoja de ruta”, resulte inoportuno el escribir sobre un tema tan aparentemente baladí como el abordado a continuación: la seguridad de las hijas de un expresidente, y quizá no sea así. De cualquier forma, que cada cual opine como mejor entienda, dado que pensamiento y opinión por el momento no nos han sido han sido intervenidos.
Previo a entrar en materia, en este país nuestro ocurren cosas que son inconcebibles y no obstante las llevamos manteniendo y fomentando desde hace lustros, y ahora, de pronto, misteriosamente, descubrimos y reconocemos públicamente que nuestra forma de proceder ha sido una auténtica locura decidiendo nombrar consejeros de Cajas de Ahorro a políticos de distintos partidos y sindicalistas de CC.OO. y UGT, que sin tener la más remota noción sobre economía y finanzas, perciben unos sueldos astronómicos que superan con creces los 150.000 euros anuales, por asistir una vez al mes a un Consejo de Administración. ¿Alguien podría explicarnos semejante aberración?
Siguiendo en la misma línea de despropósitos carpetovetónicos e igualmente de compleja comprensión, recientemente fue publicada una noticia en un periódico digital de amplia difusión, referida al dispositivo de seguridad personal que acompaña a la hija del expresidente Zapatero, Laura Rodríguez Espinosa en sus normales salidas. En este caso concreto encontrándose en las proximidades de los cines Callao y ante un incidente sin la menor importancia, de inmediato aparecieron en escena dos miembros de dicho equipo, un hombre y una mujer, que tras solucionar el tema se alejaron del grupo de jóvenes sin perder de vista a su protegida.
Meses atrás, concretamente a finales de noviembre del año pasado, Laura y su hermana Alba, acudieron al cine para presenciar la segunda parte de la película “Fuga de cerebros” con unas amigas, rodeadas de fuertes medidas de seguridad consistente en un equipo de cinco escoltas, que con toda discreción cubrían al grupo de personas. ¿Es normal que para una simple salida al cine sean necesarios cinco guardaespaldas?. Lógicamente, tal forma de actuar ha sido cuestionada por muchos hasta la saciedad y con toda la razón.
Las mayoría de los ciudadanos desconociamos que entre las canonjías que puedan corresponder a un expresidente de Gobierno, con independencia de su pensión y un gran sueldo como miembro del Consejo de Estado, unido a coche, chofer, secretaria, ayudantes, etc., también disponga de un servicio de seguridad permanente para sus hijas.
Que la hija mayor de Zapatero muestre una presunta rebeldía tiñéndose el pelo con los colores que le de la gana o se rape uno de los laterales de la cabeza y le guste vestirse de gótica, estrambótica o medio pensionista, a la sociedad le importa un bledo, pero eso de tener que pagarle un servicio de seguridad permanente a costa de nuestros impuestos, resulta inadmisible e indignante. A los 18 años es mayor de edad y no una adolescente…
De acuerdo con la ley, todos los españoles gozamos de unas fuerzas de seguridad altamente profesionalizadas y prestigiadas, pero que ciertas personas, por le mero hecho de “ser hijo de..”, dispongan de unos privilegios que son financiados por el resto de los ciudadanos constituye un claro abuso, de donde se deduce que la lay no protege a todos por igual. Lo suyo sería disponer de la relación de cargos y excargos políticos que gozan de seguridad pagada por el Estado a nivel central y autonómico y el costo que esto supone.
Leer este tipo de noticias resulta humillante para miles de familias que tienen que recurrir a “Caritas” para poder sobrevivir, cuando otros para salir a la calle lo hacen acompañados de escoltas con cargo al erario público. En efecto, tales comportamientos producen nauseas. No existe nada más fácil que gastar el dinero de los demás, ese que llaman público y que según cierta exministra socialista “no es de nadie”
Quede claro que todos los comentarios vertidos en el presente artículo resultarían impropios si el mencionado equipo de seguridad corriese a cargo del peculio personal de Zapatero mediante la contratación de empresas de seguridad privada, especificación que por cierto no aparece en ninguno de los diarios que han recogido estas noticias.
Lo cierto es que la mayoría de la ciudadanía vivimos en una permanente decepción generada por el desconocimiento de lo que realmente ocurre y es precisamente esa ignorancia la que nos amarga y asusta al privarnos de explicaciones lo suficientemente convincentes por parte de los políticos, comenzando por el propio presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.