Un equipo norteamericano de científicos ha descubierto que un conjunto de moléculas, encargadas de regular los niveles de grasa en el hígado, posee un ciclo similar al ritmo vigilia-sueño. Este estudio explica por qué los trabajadores por turnos sufren más problemas de obesidad y desórdenes metabólicos.
“Las personas que trabajan por turnos experimentan más obesidad y problemas metabólicos”, explica a SINC Mitchell Lazar, autor principal del estudio y director del Instituto de Diabetes, Obesidad y Metabolismo de la Universidad de Pensilvania (EE UU).
Los científicos ya conocían que la producción de grasas del hígado seguía un ciclo de 24 horas, similar al ciclo de vigilia-sueño. Ahora, investigadores norteamericanos han descubierto el conjunto de moléculas encargadas de realizar esta función, como si fueran “operarios por turnos”.
Las proteínas Rev-erb y HDAC3, integrantes de este grupo molecular, “regulan los genes mediante la alteración del epigenoma, que controla qué genes se utilizan, por ejemplo, en el hígado”, añade Lazar. El estudio, publicado hoy en Science, revela que estas proteínas, protectoras del hígado frente a la acumulación de grasas, actúan de día.
“Hemos descubierto que Rev-erb y HDAC3 se reparten por 15.000 lugares del genoma a las 17:00 horas”, señala el investigador, quien añade que, por el contrario, “a las 05.00, el equipo de proteínas abandona estos sitios y se reanuda la producción de grasas”.
El estudio, realizado en ratones, demuestra que si se extrae la proteína HDAC3 de las células mediante métodos genéticos, la grasa acumulada en el hígado aumenta hasta un 800%.
La punta del iceberg
“Estamos ante la punta del iceberg”, subraya el experto. “Los 15.000 lugares representan una cifra elevada, pero si comprendemos cómo trabajan los conjuntos de proteínas en otros lugares, entenderemos mejor el sistema que regula el metabolismo de la grasa del hígado”, añade.
El hallazgo abre una nueva vía de análisis para estudiar enfermedades metabólicas como la obesidad o la diabetes, que a menudo causan el exceso de grasas en el hígado. Los investigadores pretenden examinar ahora otros tejidos para comprobar si el mismo conjunto de moléculas estudiado realiza en ellos la misma función.
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Referencia bibliográfica:
Dan Feng, Tao Liu, Zheng Sun, Anne Bugge, Shannon E. Mullican, Theresa Alenghat, X. Shirley Liu y Mitchell A. Lazar. “A Circadian Rhythm Orchestrated by Histone Deacetylase 3 Controls Hepatic Lipid Metabolism”. Science. 331. 11 de marzo de 2011. Doi: 10.1126/science.1198125.
Fuente: SINC