Una dieta saludable es especialmente importante durante la menopausia, un periodo en el que aumenta el riesgo de padecer problemas de salud. Varios estudios analizan la dieta de las mujeres españolas peri y postmenopáusicas y los trastornos que acompañan esta transición. Los resultados evidencian una ingesta deficiente de vitamina D en todos los grupos del estudio.
“En las mujeres, los cambios biológicos y fisiológicos que se producen a partir de la menopausia conllevan un mayor riesgo de problemas de salud en los que también intervienen factores dietéticos como la diabetes, la osteoporosis, la patología cardiovascular o ciertos tipos de cáncer”, explica a SINC Marina Pollán, investigadora del Instituto de Salud Carlos III y una de las autoras del estudio.
Por ello, el análisis del patrón dietético durante y tras la menopausia es de interés por sus implicaciones sobre la salud. Sin embargo, en España son todavía escasos los estudios que han valorado la dieta de las mujeres peri o postmenopáusicas.
Para estudiar los hábitos alimenticios, los autores analizaron a 3.574 mujeres de 45 a 68 años entre octubre 2007 y julio de 2008, con un mínimo de 500 mujeres por programa, en siete ciudades españolas (A Coruña, Barcelona, Burgos, Palma de Mallorca, Pamplona, Valencia y Zaragoza) a partir de un cuestionario de frecuencia de alimentos validado para la población española.
Los resultados, publicados en la revista Nutrición Hospitalaria, muestran que el porcentaje de obesidad es del 29% y el de sobrepeso del 42%. El aporte calórico medio fue de 2.053 kilocalorías (con un 43% de la energía aportada por los carbohidratos, un 36% por las grasas y un 20% por las proteínas). Los autores resaltan que prácticamente todas las mujeres alcanzaron la ingesta recomendada de vitaminas, excepto para las D y E.
El caso de la vitamina D es llamativo, ya que en ninguno de los grupos se alcanza el 50% de la cantidad diaria recomendada (IDR), con una ingesta media total de 2,14 microgramos/día, un 39% de la IDR para mujeres en esos rangos de edad.
“Una dieta con menos grasas y proteínas y más rica en vegetales, frutos secos y alimentos ricos en hidratos de carbono equilibraría el balance energético y corregiría los niveles de vitaminas D y E”, concluyen los autores. “Estas recomendaciones son especialmente importantes en las ciudades más alejadas de la costa mediterránea donde se han detectado mayores incumplimientos de las recomendaciones vigentes”.
Mayor riesgo de obesidad
Otra investigación liderada por Faustino R. Pérez-López, coordinador del Grupo de Estudio de la Obesidad de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia, relaciona el peso corporal con parámetros metabólicos y hormonales en 574 mujeres postmenopáusicas.
Los resultados, publicados en la revista Gynecological Endocrinology, confirman que el índice de masa corporal (IMC) en la menopausia aumenta con la edad, el tiempo transcurrido desde que comenzó, el número de hijos, la glucemia, los triglicéridos y la tensión arterial sistólica.
“Esto permite proponer programas de cambios en el estilo de vida que iniciados precozmente pueden mejorar la calidad de vida y reducir la morbilidad que se asocia a la obesidad”, apunta Pérez-López.
La distribución de la masa grasa corporal, la regulación del peso y la secreción hormonal de la grasa posee diferencias en función del sexo. La obesidad abdominal es más frecuente en las mujeres postmenopáusicas, y aumenta el riesgo de cardiopatía, hipertensión, diabetes, apnea del sueño, cáncer, artrosis, problemas mentales y mortalidad.
Además, la obesidad peri y postmenopáusica produce síntomas menopáusicos más intensos y se asocia con una peor calidad de vida que en las mujeres de peso corporal normal. “Estudios experimentales en animales y en mujeres demuestran que el tratamiento con hormonas ováricas puede impedir el aumento de peso corporal y la pérdida de masa muscular”, subraya el investigador.
La sexualidad en la menopausia
Otro estudio de Faustino R. Pérez-López, publicado en el Journal of Sex Medicine, aborda la sexualidad femenina en la menopausia, caracterizada normalmente por alteraciones orgánicas propias y de la pareja, disfunciones sexuales previas y factores socio-demográficos variables de una región a otra y de un tiempo a otro.
Los expertos utilizaron el Cuestionario de Cambios de Función Sexual (CCFS), que consta de 14 preguntas sencillas. Los resultados muestran que el 64,1% de las 117 voluntarias, reclutadas entre febrero y noviembre de 2010 en el Hospital Central de Asturias en Oviedo y el Hospital Cabueñes de Gijón, declaraba sufrir de disfunción sexual femenina.
“Hay que destacar que un tercio de las mujeres occidentales presentan algún tipo de disfunción sexual a lo largo de su vida, que se acompaña en ocasiones de depresión, ansiedad, baja autoestima y disminución de la calidad de vida”, afirma Pérez-López.
Los problemas de excitabilidad sexual se relacionaron con la calidad de vida disminuida y con problemas de la esfera urogenital, mientras que los problemas de orgasmo guardaron relación con el deterioro de la calidad de vida. Los síntomas depresivos se asociaron con la sospecha de disfunción sexual femenina.
“La puntuación en el CCFS se correlacionó positivamente con el nivel educativo de la mujer y su pareja y la frecuencia de las relaciones sexuales, y negativamente con el estado depresivo”, concluye Pérez-López, quien apunta que son necesarios más estudios para extrapolar los datos a otras poblaciones.
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Referencias bibliográficas:
N. García-Arenzana et al. “Cumplimiento de las recomendaciones dietéticas vigentes y variabilidad geográfica de la dieta en mujeres participantes en 7 programas de cribado de cáncer de mama en España”. Nutrición Hospitalaria; 26(4):863-873, julio – agosto de 2011. DOI:10.3305/nh.2011.26.4.5205
Cuadros JL, Fernández-Alonso AM, Cuadros A, Chedraui P, Pérez-López FR. “Body mass index and its correlation to metabolic and hormone parameters in postmenopausal Spanish women”. Gynecol Endocrinol; 27:678-684, septiembre de 2011.
Llaneza P, Fernández-Iñarrea JM, Arnott B, García-Portilla MP, Chedraui P, and Pérez-López FR. “Sexual Function Assessment in Postmenopausal Women with the 14-Item Changes in Sexual Functioning Questionnaire”. J Sex Med; 8:2144–2151, agosto de 2011.
SINC