Diversas iniciativas TIC están demostrando su eficacia para salvar idiomas de la extinción, dice Zoraida Portillo
Kumbarikira, video cantado en español y en lengua kukama por niños y adolescentes de ese pueblo amazónico peruano, es un ejemplo de cómo las tecnologías de comunicación e información (TIC) pueden ayudar a preservar las lenguas amenazadas.
A tres meses de su presentación en internet registra más de 115 mil visitas, mientras especialistas afirman que los nuevos desarrollos tecnológicos permiten preservar sonidos, imágenes, textos, descripciones de uso de las lenguas, registro de contenidos culturales, que contribuyen a salvar las lenguas de la extinción.
Según UNESCO es imposible calcular el número de lenguas extinguidas a lo largo de la historia, pero advierte que la mitad de los seis mil idiomas hablados actualmente en el mundo desaparecerá para fines del siglo.
La iniciativa Sorosoro brinda algunos ejemplos: en Brasil, en la época precolombina existían 1.200 idiomas. Hoy quedan 190, la mayor parte en extinción. En Uruguay, ningún idioma indígena sobrevive. En Estados Unidos desaparecieron 115 de los 280 idiomas hablados antes de la llegada europea al continente.
Melanesia en Oceanía, África y América ostentan el mayor número de lenguas amenazadas. México es el caso más dramático, pues según el ‘Atlas Mundial de Lenguas en Peligro’ de la UNESCO, sus 143 lenguas están bajo diversos grados de amenaza, que van desde ‘estado vulnerable’ hasta ‘situación crítica’.
En Sudamérica, Brasil (178 de 190 lenguas), Colombia (64 de 68) y Perú (57 de 62) son los países más amenazados lingÁ¼ísticamente.
Gustavo Solís Fonseca, colaborador del Atlas, precisa que las lenguas desaparecen cuando dejan de ser instrumentos de comunicación de sociedades específicas, proceso que ocurre lentamente y obedece a muchas razones.
“Las lenguas están marcadas por los avatares de la sociedad respectiva. Si la sociedad es vital su lengua también lo es; pero si atraviesa dificultades que la desestructuran, se reflejará en falta de vitalidad de su lengua y su eventual desaparición”, explica a SciDev.Net.
“En términos técnicos, se requiere reconstruir el circuito de la trasmisión intergeneracional: que los adultos cumplan con el deber se enseñar su lengua a las nuevas generaciones y que estas la aprendan de sus mayores. Sin embargo, la preferencia por una determinada lengua es un hecho de conducta social. Hay que comprender este hecho para entender las razones para la transmisión”, añade.
“Cuando se pierde una lengua, no todo desaparece: quedan elementos culturales, conocimientos, saberes, incluso textos, gramática, léxicos especializados, palabras que han migrado a las lenguas que ahora hablan los hablantes primigenios”, aclara Solís, que también es especialista en lenguas amerindias del Instituto de Investigación LingÁ¼ística Aplicada de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
Y es aquí que las propuestas tecnológicas pueden ayudar a preservarlas con el mayor número de características, especialmente si la lengua carece de escritura, precisa.
Video como herramienta
Eso se demuestra con los kukamas, que habitan la Amazonía de Perú, Colombia y Brasil. Detrás del hoy exitoso video hay ocho años de intentos —a veces fallidos— por revalorizar su lengua.
El proceso comenzó usando una tecnología tradicional: la radio.
“Cuando comenzamos el trabajo [de revaloración] nadie se reconocía como kukama, los más viejos se avergonzaban de hablar la lengua; empezamos a hacer concursos de valoración de escritura, cerámica y así nos fuimos descubriendo”, relata a SciDev.Net Leopoldo Tello, nativo kukama-achuar, quien no sabía nada de su antepasados porque en la escuela nunca le hablaron de las culturas amazónicas.
Tello dirige Radio Ucamara, en Nauta, poblado en pleno corazón de la selva peruana, donde descubrió que por lo menos 500 pobladores hablan kukama. La radio transmite dos programas en esa lengua y mantiene una escuela al aire con una propuesta metodológica diferente a la tradicional.
“Paralelamente estamos rescatando temas de la sabiduría indígena y la cosmovisión de nuestro pueblo con cantos, narraciones, que recogen lo que ya existe en relatos que llevan un conocimiento implícito en su contenido”, explica.
Si bien la radio jugó un papel, reconoce el valor de internet. “Lo que ha pasado con el video es increíble. Ya hay niños [de otros pueblos] que imitan a los nuestros, que cantan kumbarikira, y eso es un tema de identidad indígena que no hubiera sido posible sin internet”, afirma.
Iniciativas en línea
Varios proyectos en línea pueden ayudar a personas que, como Tello, tratan de salvar su lengua, como ‘Idiomas en Peligro de Extinción’, de la Alianza para la Diversidad LingÁ¼ística.
Con el apoyo de Google Groups, este proyecto apoyado por la Universidad de Hawái en Manoa y el Instituto de Tecnología e Información sobre Lenguas (ILIT) de la Universidad Oriental de Michigan, ha elaborado un mapa de los idiomas amenazados, con sus niveles de riesgo según la cantidad de hablantes y formas de uso. Los usuarios suben textos, videos, audios, mejores prácticas y estudios de caso para preservarlos, y pueden convertirse en moderadores.
Sorosoro, proyecto en línea de lingÁ¼istas y antropólogos de diversas partes del mundo, recopila documentos y envía equipos para grabar en audio y video las lenguas amenazadas y la cultura asociada a ellas, y elaborará una enciclopedia interactiva que estará disponible para científicos e investigadores.
Y en el atlas de la UNESCO se pueden combinar criterios de búsqueda o ver en detalle algún país o lugar en particular.
Alicia Matta, asistente de investigación del atlas entre 2010 y 2012, dice que las TIC pueden ser un excelente soporte para desarrollar y revitalizar una lengua y salvarla de la extinción, pero “también pueden reforzar la lengua hegemónica”, advierte.
“Internet se mueve aún dentro de lógicas muy monolingÁ¼es, por lo que puede haber una web sobre una lengua amenazada pero con todo el contenido en castellano, sin ver al idioma como un vehículo de refuerzo de identidad”, explica a SciDev.Net.
En su informe a la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de Información, diez años después (CMSI+10), en febrero pasado, UNESCO abogó por hacer más accesibles los sitios en lenguas y alfabetos locales “para vencer el dominio del inglés en el mundo virtual”, que atenta contra la alfabetización digital y las lenguas nativas.
Aprender en lengua nativa
La iniciativa Sugar Labs (Somos Azúcar), que busca aplicar las TIC de uso libre al aprendizaje, trabaja con voluntarios en diversas partes del mundo para desarrollar en lenguas nativas el software que usa el programa Una Laptop por Niño.
Chris Leonard, uno de esos voluntarios y coordinador del equipo de traducción, dice que las TIC tienen un gran potencial para preservar los idiomas amenazados, siendo la traducción del software educacional a lenguas nativas un ejemplo. “Ayuda a que la lengua nativa sea relevante en la vida diaria y a transmitir conocimientos en el propio lenguaje a la siguiente generación”, comenta a SciDev.Net.
Sugar Labs trabaja en la traducción del software educativo a 140 lenguas de todas partes del mundo. Algunos ejemplos de América Latina son: quechua, aymara (Perú), guaraní (Paraguay), huasteca, náhuatl, huichol (México), y buscan voluntarios para algunas lenguas amazónicas como el ashaninka y variantes regionales del quechua.
“Compartir soluciones, enfoques y otras buenas prácticas con las TIC puede ayudar a los grupos aislados a ser más eficaces colectivamente de lo que pueden lograr en forma individual”, indica Leonard refiriéndose a los proyectos en línea.
Pero Alicia Matta cree que “[para que las TIC sean eficaces] se requiere desarrollar nuevas propuestas, como páginas web, blogs, subtítulos en la lengua originaria para movilizar a los actores pasivos de esa lengua, y usar repositorios de audio y video en línea, haciendo accesibles la documentación lingÁ¼ística de la que disponen ciertas universidades y especialistas y compartirlas con la comunidad”.
Fuente: SciDev.Net