Y estamos de vacaciones, al menos desde el anterior invierno.
No espero que este verano vacacione entero hasta llegar al otoño. Es fácil suponer que especulo sobre el Gobierno de España, que bien podría estar en funciones hasta que alguien funcione.
Por fas o por nefas el en funciones Rajoy, presidente de gobierno por el PP y registrador de la propiedad por Santa Pola.
Otros no resisten ser piezas de recambio: Iglesias dijo a Sánchez: “contigo hasta a la vicepresidencia”.
Sánchez dijo a Iglesias: “mi partenaire es Rivera, has llegado tarde”.
Rivera, contento de la fidelidad pactada con Sánchez contra Iglesias, propuso un menage a trois, algo así como La grande bouffe, la gran comilona: cuatro amigos se reúnen para realizar un suicidio gastronómico colectivo.
Pero es que Rajoy está mayor. O sea, que puesto a pronosticar, a un día de acabada la primera ronda de requiebros, apuesto por un gobierno en funciones, permanentemente, y, mientras, que el pueblo, sin gobierno, funcione como pueda: en verano al sol, en otoño bajo la lluvia, en invierno psicosis, en primavera Fitness y engrasar de nuevo la bicicleta, que ha llegado el verano.
