Lecutras

He optado por releerme todos los editoriales del programa «La Linterna» y después de dedicarle tiempo he llegado a la conclusión de que la política actual no tiene el nivel intelectual adecuado para resolver los problemas que nos acucian día a día, lo cual me ha parecido desalentador y triste, pero como no todo va a ser malo me ha servido para darme cuenta de que los griegos eran más despiertos que nosotros o al menos tenían mayor claridad en sus principios morales y se miraba mucho por el bien común ,y el conocimiento era más valorado que ahora ,en la actualidad lo que prima es ser marginal ,no hay nada más que ver la televisión está llena de unos especímenes dignos de estudio psiquiátrico y no precisamente por un ejemplo a seguir ni por su capacidad intelectual ,ni sus grandes virtudes. La fuerza de voluntad no esta moda, el hacer las cosas bien tampoco parece importar, el egoísmo, el egocentrismo y el culto al yo, es lo que prima en estos días. Si uno trata de hacer las cosas con la corrección que le enseñaron sus padres es tachado de antiguo, lo cual no me parece justo. Si hablas con corrección te llaman rarito no entiendo esa postura, si lees libros que no sean de humor también hay chanzas al respecto. Creo que lo que está de moda es no pensar y seguir obedientemente al rebaño, ser un ente sumiso al que pensar le perjudica, por falta de práctica supongo. Hay quien dice que pensar no ayuda a ser feliz y que para serlo ,hay que dedicar la masa gris a no reflexionar en nada. Dejarse llevar por la mayoría y que decidan por nosotros parece ser lo que está en boga ,filosofía no compartida por el que suscribe ,me gusta tener mis propias ideas ,enfadarme con lo que no me parece justo ,luchar por aquello que me produce simpatía y sobre todo ser uno mismo. Es triste que la gente que tiene inquietudes no salga en televisión, pero si lo hacen personajillos que no se les conoce ni oficio, ni beneficio, pero ahí están contando sus miserias a cambio de un minuto de gloria a cambio de mostrarnos sus debilidades. Sinceramente prefiero pensar y ser considerado raro.