Muy viejo es el dicho popular de que… “Mientras más gatos más ratones”; y eso es lo que ocurre en el país donde nací y vivo. Se dice que hay infinidad de leyes, alguna de ellas, de la época de los inicios del ferrocarril y de cuando se viajaba en diligencia y por tanto era desconocido el asfalto, la gasolina y el motor de explosión.
En la actualidad, los políticos; que no debieran ser los más indicados en ello, puesto que entiendo que son los jueces, magistrados, fiscales, juristas y destacadas personas que de verdad representaran al pueblo y sus verdaderos intereses; cosa que los políticos y para su desgracia y la nuestra no representan, digan lo que digan… pese a ello andan en tiras y aflojas sobre nuevas leyes y condenas. Y como siempre andan discutiendo y ya veremos que tipo de nuevos parches y remiendos añaden a los ya abultados códigos españoles, ineficaces por demás por cuanto padecemos hoy.
A mi entender y viendo “la manigua” cual es el aparato judicial y la plaga de delincuentes de todo tipo que padecemos y que curiosamente se ha más que centuplicado en la nueva era que se nos prometía… “de avance y progreso”; lo que necesitamos son nuevas leyes y que sean borradas todas las que no sirven; que las nuevas sean claras, concisas y contundentes y que cubran toda esa plaga de delincuencia que nos asola y que va desde la vulgar o de pequeños latrocinios, hasta las denominadas de “guante blanco” y que alcanza a “altos pájaros de la sociedad, el dinero, las finanzas y la política”.
Incluso hay que instaurar de nuevo la cadena perpetua y los trabajos obligados para todo aquel que sea condenado por las leyes. Y no “se me sulfure” nadie, puesto que es elemental y de lógica de plena justicia social, el que si el que no delinque tiene que trabajar para vivir… ¿cómo eximir del trabajo al que ha delinquido contra la sociedad, esta lo mantiene y el reo no aporta nada para su propio sostenimiento y los gastos que ocasiona? Eso, “de que trabajen en trabajos necesarios para el Estado y que hoy no se realizan”… lo entiende el más lerdo de los mortales; por tanto si hay que cambiar las leyes nacionales o continentales, que las cambien y punto. Me importa un rábano lo que digan en el Parlamento Europeo; que lo que tienen es que legislar teniendo en cuenta todo lo de hoy.
Nada que objetar con lo de “la reinserción”, pero tristemente hay elementos que no se reinsertan, por cuanto nunca estuvieron insertados y esos mejor dejarlos en las penitenciarías y lugares de trabajo, mientras vivan… ellos se lo buscaron. Para ello, las leyes deben enseñarse desde los institutos de enseñanzas medias, hasta la universidad; para que luego nadie se llame a engaño. Un resumen apropiado a cada edad, debiera ser de enseñanza obligatoria.
Y que nadie me diga aquello tan manido del… “ambiente donde vivieron”. Todo ser humano cuando se desarrolla y observa el mundo que le rodea, sabe perfectamente lo que está bien y lo que está mal y sabe lo que es bueno o malo; lo demás son teorías de las que sólo se benefician estos indeseables a los que mejor verlos tal cual son.
Se comenta que los que dicen administrar el aparato judicial, que estos servidores de la justicia… “juzgan y sentencian con las leyes que hay y no hay más”; por tanto se no hay leyes claras y concisas y que castiguen tanto y tanto delito como queda impune, aquí terminan por mandar los delincuentes, si es que no lo hacen ya en gran medida. ¿Es que a los políticos que son los que legislan les da miedo hacer leyes que causen miedo al delincuente para que este no delinca?… esta es una pregunta muy a tener en cuenta y que someto a quienes esto lean; y opinen… puesto que entre los delincuentes que quedan impunes, cantidad son políticos precisamente y que no pagan o pagan irrisoriamente por sus múltiples fechorías; no hablemos de “los de guante blanco y otros que lo hacen en grande”.
Y son precisamente los que dicen ser “administradores públicos”; los que mayor castigo deben soportar precisamente por ello. Y como hace cualquier otro administrador de bienes ajenos, en la vida privada; estos deben responder con todo cuanto tengan y de paso sufrir penas carcelarias mucho más severas que aquellos que ignorantes de las leyes, no conocen muchas veces “en el berenjenal que se metieron”. Los políticos “y otros” no tienen esa excusa y por tanto atenuantes.
Por todo ello hay no sólo que añadir nuevas enmiendas a lo legislado y que posiblemente “líen aún más el gran lío de las leyes en España”; sino revisar todo el código de leyes existente e ir revisando una por una todas ellas, para que de verdad sea habilitado un código que nos ampare o castigue con una justicia hoy inexistente. Y si necesario es enmendar lo mínimamente necesario a la Constitución; se hace y punto.
Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
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