Entre los términos que se enarbolaron en la Revolución Francesa están la libertad, la igualdad y la fraternidad. También se ha pedido en multitud de ocasiones a lo largo de la historia el ideal de la libertad.
Desde épocas muy antiguas existían quienes eran esclavos y estaban privados de la libertad por deudas o por haber perdido guerras. En esos tiempos, algunos, por hechos extraordinarios, lograban la libertad, como ocurría en Roma, pero para la inmensa mayoría su destino era alcanzar la libertad al morir (nótese la ironía). Hay que apuntar que los gastos de manutención de los esclavos eran por parte de su amo o dueño, y esto originó el fin de la esclavitud. En Europa, en el periodo feudal, los señores feudales o amos tenían derechos sobre sus siervos (pseudoesclavitud) pero no corrían con los gastos de los mismos (comida y alojamiento).
En Estados Unidos muchos piensan que el derecho a la libertad de los esclavos negros motivó la Guerra Civil, pero la historia dice que, aunque pudo ser uno de los motivos, no fue ni el único ni el mas importante. La libertad de los esclavos negros en los Estados del Norte de Estados Unidos se debió a la industrialización (una máquina realizaba más trabajo que muchos esclavos, ininterrumpidamente, sin apenas gastos de mantenimiento), es decir, se libera a los esclavos negros porque son más costosos (alimentos y alojamiento) que las máquinas en la mayoría de trabajos industriales, aunque en agricultura, para la recolección, siembra y mantenimiento de los cultivos, en esa época apenas existían, por lo que en los Estados del Sur creían que mantener los esclavos negros en las plantaciones les era rentable y se negaban a liberarlos. El número de esclavos negros en el Norte era muy pequeño, frente al número en los del Sur (unos 4 millones en total en todo Estados Unidos). Tras la guerra civil, tampoco poseían libertad plena, e incluso hasta la última mitad del siglo XX existían múltiples restricciones, similares a las que ocurrieron en Sudáfrica, conocidas como «Apartheid», que se prolongaron varias décadas más desde la desaparición en Estados Unidos.
En este punto hay que cuestionarse qué es la libertad sin igualdad, aunque tampoco existe la igualdad entre los seres humanos incluso hoy en día, pero hay un elemento que determina que esto no se cumpla, y es el poder o dinero que se posea, que establece una libertad e igualdad relativas a cuanto se posee.
Si partimos desde la Grecia Antigua, donde no pagar las deudas hacía que perdieras la libertad y te convirtieses en esclavo, pasando por la Europa feudal, donde los siervos pagaban tributos a sus señores o amos, hasta la actualidad, ha sido el dinero lo que determina la libertad y la igualdad, más allá de bonitas palabras como «La verdad os hará libres..» o las recogidas en las distintas constituciones (incluso la actual).
La libertad está restringida a lo que se determina por la Ley, y la igualdad es teórica. Por ejemplo, ante una sanción de 30.000 €, una persona con mucho dinero podría pagarla, mientras que los pobres tendrían que perder su libertad (prisión) por un periodo más o menos largo, además de restringírseles determinadas libertades, como la de manifestación y otras.
En pocas palabras: la realidad es que la libertad y la igualdad son palabras vacías de contenido real más allá del relativo. Eso sí, la fraternidad es un concepto que evoca la hermandad o camaradería, pero en todo tiempo, desde que el mundo existe, el ser humano ha tratado de arrebatar la riqueza del otro.
Es por todo esto que hoy en día, hasta que exista un improbable cambio, la realidad es que el mundo se mueve por dinero y quienes poseen mucho dinero están en la cúspide de la pirámide.
Ha sido el dinero el que inició la esclavitud y quien la acabó por los mismos motivos. No somos iguales ante la Ley, ni plenamente libres, y la fraternidad brilla por su ausencia.
En este cochino mundo, el refrán de «Tanto tienes, tanto vales» sigue siendo cierto y no creas que porque quien fue pobre (o sus antepasados esclavos) pueda llegar a ser rico o presidir un país como Estados Unidos va a cambiar esta realidad, y el ejemplo de Obama ha sido su dificultad para crear un sistema sanitario publico.
Las sociedades, desde que existe el mundo, son como una pirámide social, y quienes dirigen han cambiado muy poco, pero como protección fijan una ilusión, que es la posibilidad de escalar un poco en la pirámide a algunos de la muy numerosa base.