Economía

Lo que marca es: la realidad de la crisis

Discursos y discursos, mentiras y mentiras; la demagogia al más alto de desorientación del indefenso gobernado; esa es una de las crueles realidades que soportamos estoicamente, puesto que no tenemos otro remedio; pero la verdad siempre va apareciendo y antes que en nadie aparece en el individuo que la padece y ese individuo que se considera anónimo; no lo es, vive y padece muchas veces la imprevisión de quienes decían gobernarlo, aunque y es evidente, también padece en muchos casos su propio imprevisión o temeridad… «a cada cual lo suyo»; pues muchas economías hoy en crisis o en quiebra, son debidas a los derroches y en lo que los estamentos oficiales han marcado una desastrosa pauta que no han cortado; puesto  que siguen derrochando dinero a troche  y moche.

Las noticias se suceden día a día u hora a hora y nada indica que se haya tocado fondo como algunos ilusos están preconizando.

La morosidad en bancos y cajas crece; los bancos y cajas (sálvese el que pueda) están sin dinero o prácticamente sin el dinero que necesitan para compromisos adquiridos. La fuerte caída de la demanda de productos de consumo, obliga a detener los parques eólicos; noticia que no es comprensible, puesto que ya  instalados esos «voladores» no consumen nada… ¿es que es mejor seguir consumiendo petróleo en las centrales térmicas? Demencial si ello es así.

El último análisis de un periódico financiero muy acreditado (El Confidencial: 18-05-2009) publica lo que sigue: «La crisis ha acabado ya con la vida de más de cien mil empresas»: La crisis está dejando graves secuelas en la economía española. Particularmente en el aparato productivo. Los datos más recientes de la Seguridad Social indican, en concreto, que nada menos que 100.423 empresas han dejado de existir en los últimos doce meses, lo que muestra claramente la intensidad del ajuste. En cifras absolutas, esto significa que, si en abril del año pasado el número de empresas inscritas en la Seguridad Social ascendía a 1.408.469, el mes pasado había ya solamente 1.308.046. Se trata de una caída verdaderamente relevante, toda vez que significa que en apenas un año ha dejado de existir el 7,1% de las empresas españolas. Los datos de la Seguridad indican, igualmente, que algo más de un millón de empresas (1.005.537) tenía menos de seis trabajadores en el pasado mes de abril, lo que significa un descenso del 5,3% respecto del mismo periodo del año anterior. Otras 273.673 empresas contaban con una plantilla situada entre seis y 49 trabajadores, lo que supone un fuerte descenso del 13%.  La variación es importante porque refleja que la crisis no solamente se está cebando en las empresas con menor musculatura financiera para aguantar el chaparrón, sino también en compañías de mediano tamaño, en teoría con más garantías para soportar la recesión».

Por mi parte a mediados del mes de mayo, estuve una semana en un lugar bastante concurrido (otras veces) de la costa de Málaga… y allí he visto personalmente, la poca afluencia de forasteros, nacionales o extranjeros; los negocios van tirando en espera de que el verano, les medio solucione unas ventas que les permitan resistir; ahora mismo, salvo los sábados y domingos, por la afluencia de malagueños del  interior; no se ve movimiento, que en otras épocas sí que era notable y de febrero a octubre o noviembre… la súper abundancia de grandes superficies, te inundan los portales de  los edificios con ofertas y más ofertas; pero si no hay público… ¿quién va a comprar?

Todo ello demuestra que «los cacareadores» que estamos manteniendo con nuestros impuestos, siguen sin tener ni puñetera idea de cómo detener este empobrecimiento que si bien fue detectado hace años, pero que al no  haber  puesto correcciones que quizá se pudieron poner en su momento… se va convirtiendo en una riada que nadie sabe cómo ni cuando acabará… y la incertidumbre acentúa todo ello. Por tanto el que pueda que ahorre.

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.