Hace unos días y durante el desarrollo de una reunión del Comité Ejecutivo Nacional del PP, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, le planteó a Mariano Rajoy el devolver competencias de las comunidades autónomas (CCAA) al Gobierno central, a lo que Rajoy respondió que “ahora no toca”.
Ya van siendo muchas las comunidades gobernadas por el Partido Popular que se han manifestado sobre la posibilidad de devolver competencias y curiosamente todas ellas se han centrado principalmente en Educación y Sanidad y algo menos en Justicia. La propuesta de Esperanza Aguirre se refería a estas tres competencias. Curiosamente nadie se ha referido a Urbanismo (Ordenación del Territorio) ni a los Servicios Sociales, esto tiene su explicación ya que las tres competencias antes señaladas le suponen un gasto considerable a las CCAA, que dicho sea, por otra parte su dotación económica viene del Estado, pero cierto es también que Educación y Sanidad son las que requieren una mayor atención y sobre todo crean una mayor “conflictividad” ya que son los dos principales pilares, junto con los Servicios Sociales, del Estado del Bienestar y como es lógico los ciudadanos exigen que estas prestaciones se mantengan siempre al cien por cien dado lo cual crea puntos de descontento porque algunos gobiernos autonómicos no gestionan bien estas dos áreas o no les prestan la atención que merecen y en estos últimos tiempos estamos teniendo bastantes pruebas de ello. Lo que no “rinde” no interesa. No existe esa “aversión” a gestionar la parcela de Urbanismo, esta competencia produce más “beneficios” que pérdidas y por ello nadie le hace “·ascos” se puede “quedar bien” con mucha gente y dejar contentos a muchos que están relacionados y tienen mucho que ver en lo que respecta a la ordenación del territorio y esto de dar “satisfacción” a estos sin duda alguna reporta a los que “gestionan” el ordenamiento urbanístico el recibir muchas muestras de “agradecimiento”, me refiero, claro está, a “agradecimientos” personales no a otros “agradecimientos”, lo aclaro para que no haya malos entendidos. Aunque he de reconocer que de todo hay en la viña del señor. Solo por esa satisfacción y por ver la “alegría” de los “beneficiados” es lo que parece ser que vale la pena gestionar la parcela urbanística. En cuanto a los Servicios Sociales, se trata simplemente de repartir el dinero que hay disponible y nada más, no da muchos dolores de cabeza a los gobernantes y si no a la gestión de la Ley de Dependencia me remito.
Vistas así las cosas, si los responsables de las comunidades autónomas quieren echarse de encima lo más farragoso y conflictivo habría que replantearse si merece la pena mantener toda la parafernalia administrativa e institucional que tan cara nos sale a los contribuyentes, para gestionar unas cuantas competencias que desde las direcciones provinciales de cada ministerio se podrían tramitar. Sin duda alguna nos saldría más barato. Quiero aclarar que no me estoy refiriendo a lo de “España una, grande y libre”, no, los que tengan un mínimo de sentido común saben a qué me refiero.
