Investigadores del Centro Vasco sobre Cognición, Cerebro y Lenguaje han demostrado que las personas que dominan a la perfección dos idiomas recurren a aquel en el que aprendieron a calcular para hacer operaciones aritméticas sencillas, debido a que el lenguaje deja una huella en la memoria durante el aprendizaje. La investigación sirve para conocer mejor trastornos como la discalculia.
¿Lengua o matemáticas? La histórica rivalidad entre cifras y letras puede tener más de mito que de realidad si nos atenemos a los últimos estudios científicos. De hecho, lengua y matemáticas están mucho más relacionadas de lo que se cree, ya que el lenguaje desempeña un papel fundamental en el aprendizaje de algunas operaciones matemáticas simples, como las multiplicaciones.
Con esta hipótesis han trabajado los investigadores del Basque Center on Cognition, Brain and Language (BCBL), que han demostrado que las personas totalmente bilingÁ¼es –que dominan a la perfección dos idiomas– recurren a la lengua en que aprendieron las matemáticas para realizar cálculos sencillos como una multiplicación.
Además de evidenciar la estrecha relación entre la lengua y las matemáticas, el estudio sugiere que la variable del idioma puede influir de forma decisiva a la hora de abordar las dificultades en el aprendizaje de las matemáticas de niños escolarizados en un idioma distinto a la lengua en que han aprendido las operaciones básicas. Y puede arrojar luz sobre variaciones en algunos trastornos del aprendizaje de las matemáticas como la discalculia.
El estudio, liderado por la investigadora del BCBL Elena Salillas, en colaboración con Nicole Wicha, de la Universidad de Texas (San Antonio, EE UU), se ha publicado recientemente en la revista científica Psychological Science, y abre la puerta a otros campos. Por ejemplo, a determinar si la lengua en que hemos aprendido conceptos matemáticos influye también sobre las representaciones de la cantidad –comparación de magnitudes– o los números en idiomas que utilizan el sistema vigesimal, como el euskera y el francés.
En estas y otras aplicaciones trabajan los investigadores del BCBL, que tratan de profundizar en las interesantes relaciones entre el lenguaje y las matemáticas. “Estamos intentando establecer un modelo sobre cómo se relacionan estos dos ámbitos a partir de estudios con personas bilingÁ¼es”, señala Elena Salillas, la investigadora del BCBL que lidera el proyecto.
“Cuando un niño tiene problemas con las matemáticas, no vale decir que simplemente es malo en eso, puede tener problemas de aprendizaje que se pueden demostrar científicamente”, apunta.
Huellas en la memoria
Para realizar estos estudios, el equipo investigador liderado por Salillas ha trabajado con una población de 20 personas completamente bilingÁ¼es, la mitad de las cuales habían aprendido las matemáticas en inglés y la otra mitad en español. Por medio de técnicas de electrofisiología, los investigadores han demostrado que las personas recurren a la lengua en que aprendieron las matemáticas a la hora de realizar estas operaciones.
La explicación es que las personas estructuran mejor su memoria en la lengua en que aprenden los conceptos, incluidas las matemáticas. Se trata de una huella en la memoria que persiste de por vida, incluso en personas que dominan más la otra lengua y la utilizan habitualmente en su vida diaria. Es el caso, por ejemplo, de inmigrantes mexicanos en EE UU, que desde hace años se expresan casi exclusivamente en inglés, pero que recurren inconscientemente al español para realizar operaciones matemáticas.
Búsqueda de participantes
En la actualidad el BCBL está realizando diversos estudios relacionados con la discalculia. Aquellos padres que consideren que sus hijos pueden tener dificultades en la realización de cálculos matemáticos y quieran participar en dichos estudios pueden llamar al 943 309 300.
Referencia bibliográfica:
Salillas, E. Wicha, N.Y.Y., ( 2012 ) «Early learning shapes the memory networks for arithmetic: Evidence from brain potentials in bilinguals». Psychological Science, 23(7) 745– 755.
BCBL / SINC