“El orgullo de quienes no pueden edificar es destruir.” Alejandro Dumas
La cooperación
- Como es bien sabido en el siglo XIX se desenvolvía en Inglaterra grandes trasformaciones socio-económicas caracterizada como “Revolución industrial” en razón a que tales transformaciones se asentaron en las industrias o factorías.
- Las secuelas de infortunios para las mayorías no se hicieron esperar, sobre todo en mujeres y niños.
En ese escenario se manifestaron muchas expresiones de protestas y reclamos en procura de que cesaran las tremendas desigualdades.
Una reacción histórica se expresaría a través de la observación y conclusión de esa desigualdad y consecuentemente se plasmó en una organización la aspiración de una vida digna y encausar paulatinamente la transformación necesaria de aquel capitalismo.
¿Qué es una cooperativa?
En 1844, un grupo de 28 tejedores despedidos por haber participado de una huelga de la fábrica de tejido de Rochdale concretó una entidad cooperativa legalmente el 24 de octubre de 1844 en la Ciudad de Rochdale, Inglaterra, considerado hoy como el origen de este tipo de entidades que reconoce anteriores intentos. Son los célebres «Pioneros de Rochdale«.
Los Pioneros se autoproveyeron reglas de comportamientos, valores y principios, sostenidos en ideales de relaciones de solidaridad y no de pugna.
Estos principios, verdaderas guías estratégicas de acción que fueron adecuándose a los tiempos y circunstancias: Adhesión voluntaria y abierta; Gestión democrática por parte de los asociados; Participación económica de los asociados, Autonomía e Independencia; Educación, formación e información; Cooperación entre cooperativas; Interés por la comunidad.
Esta rigurosa y apretada síntesis es, a nuestro juicio, muy necesario para tener presente de manera categórica y sin equívocos cómo es una verdadera y genuina cooperativa, es una empresa enmarcada en un movimiento mundial referenciado por la Alianza Cooperativa Internacional-ACI-. En Latinoamérica, dado que la componen naciones dependientes y subdesarrolladas, impulsamos la construcción del Cooperativismo del Siglo XXI, un movimiento conforme a esa realidad.
Pseudocooperativas
Sin embargo, debemos admitir que mercenarios y piratas de la vida socio-económica y política se introducen en el campo cooperativo y producen daño y extravíos, son los blasfemos de la cooperación.
Esas desvirtuaciones se dan a partir de la intromisión de los gobiernos y sus políticos-partidarios que producen verdaderos desguaces doctrinarios y metodológicos en aras de pactos meramente electorales.
El neoliberalismo es la corriente ideológica que introdujo con mayor fuerza la tercerización de actividades económicas y en ello promueve las cooperativas denominadas “tuteladas” o seudas-cooperativas.
Como fuere la expresión denegatoria de la autenticidad cooperativa con que se montan en cualquier parte del mundo es un ataque al noble sistema cooperativo.
Brevemente hacemos mención del caso que exhibe Bolivia y sus cuestionadas cooperativas mineras y que en aras de echar mayor luz a este artículo adjuntamos dos links que nos ayudarán a sacar propias conclusiones:
Profusamente los diversos medios de comunicación social han dado cuenta y razón del mal uso de “las cooperativas por parte de empresas trasnacionales para intentar privatizar y controlar los recursos mineros de Bolivia, es ese el verdadero trasfondo de las recientes protestas violentas”, afirmó últimamente el ministro de Gobierno de Bolivia.
Por su parte el presidente de esa Nación andina, Sr. Evo Morales calificó de “empresas camufladas de cooperativas”.
Hacemos salvedad sobre la no exposición minuciosa de tal problemática por la constricción del espacio que tenemos aquí, pero es dable señalar que, básicamente, entre Estado y entidades libres del pueblo siempre se presentan tensiones y contradicciones que se generan intrínsecamente en razón a esquemas y visiones capitalistas imperantes que las atraviesan, por tanto, los errores son siempre compartidos.
El Estado, el gobierno, debe establecer directrices claras y aplicarlas en los controles sobre posibles desviaciones doctrinarias y coadyuvar a sanarlas de manera consensuada con programas de educación y capacitación cooperativa. Alentamos a que se forjen las currículas escolares y universitarias con contenidos de la ciencia de la cooperación, su filosofía, serán herramientas eficaces como políticas de desarrollo cooperativo genuino.
¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!