Los bosques han estado presentes en los primeros 20 años de la era de Río (1992-2012) a través de tres convenciones principales: la Convención sobre Diversidad Biológica, (CDB), la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC) y la Convención de Naciones Unidas para la Lucha Contra la Desertificación (CNUCLD). En la CDB, se resaltó de manera regular la protección de los bosques, tendencia que es probable continúe en la próxima década. El lugar que ocupan los bosques en el Plan Estratégico para la Biodiversidad 2011-2020, incluyendo las Metas de Aichi para la Diversidad Biológica (“Viviendo en armonía con la naturaleza”), es un ejemplo de este reconocimiento.
En la CNUCLD, los bosques, incluyendo los bosques secos, también se consideran como una prioridad. Para contribuir en la incorporación de la importancia de los bosques en la CMNUCC, se han organizado, desde Bali 2007, “los días de los bosques”, bajo el liderazgo del Centro para la Investigación Forestal Internacional (CIFOR) a través de la Asociación Colaborativa de Bosques (ACB). El reciente y último Día de los Bosques llevado a cabo en las márgenes de la COP 18 en Doha, Qatar, marcó la finalización exitosa de esta campaña de sensibilización. El próximo año las conversaciones se centrarán en el Día del Paisaje que incluirán al Día de la Agricultura, así como otras iniciativas.
Actualmente están en uso dos grupos principales de acciones en respuesta al cambio climático: mitigación y adaptación. REDD+ (mitigación) ha crecido significativamente en la agenda entre países como Noruega y Estados de EEUU, tales como California, los que están dispuestos a ejercer papeles más significativos en la protección de los bosques tropicales a través de REDD+. En la Cuenca del Congo y en África Occidental, USAID y el Programa Regional Central para el Medio Ambiente en África Central (CARPE) también han estado reorientando sus actividades para centrarse en REDD+.
Por lo tanto, el cambio climático está rediseñando la agenda de cooperación. En el caso de los bosques, está orientando la política hacia esfuerzos de conservación y gestión que reduzcan la emisión de Gases de Efecto Invernadero. A pesar de estos esfuerzos, el cambio climático/variación ya está afectando el presente y por lo tanto las estrategias de adaptación para la gestión de recursos naturales así como para las comunidades deberían ser tomadas en cuenta. Todavía está faltando el vínculo entre los bosques y la adaptación al cambio climático. El impacto del cambio climático en los bosques tropicales y el papel potencial de los bosques para la adaptación todavía no han sido explorados adecuadamente, y los esfuerzos al respecto se encuentran en sus etapas iniciales.
Durante un diálogo reciente sobre ciencia política, actores interesados de África Central destacaron el vínculo entre los bosques y el agua, la seguridad alimentaria, la energía y el calor en el contexto del cambio climático. Si bien los bosques y la adaptación han sido problemas principalmente en países de clima templado, cada vez más son una preocupación para las áreas tropicales. En el trópico, la dependencia de los bosques es alta y será difícil desarrollar un buen plan de adaptación si se ignora a los recursos forestales.
Climate change in the Congo basin
Sería ilusorio pensar que usaremos a los bosques para mitigación sin tomar en consideración la gestión de los efectos negativos del cambio climático en las masas forestales y en las comunidades. A medida que entramos en la era post Río+20, necesitamos tener más en cuenta el impacto del cambio climático sobre los bosques y el potencial de los bosques para la adaptación. Los bosques necesitan estar al centro de la planificación para la adaptación. Esto también se alinea con la Adaptación Basada en el Ecosistema (EBA), que cada vez más es reconocida como una manera de complementar las inversiones en infraestructura para enfrentar el cambio climático. Sin embargo, para que esto funcione se debería dar la misma atención al tema de “bosques y adaptación” que a REDD+, Biodiversidad Forestal, etc.
Existe la necesidad de adaptar, y si no se toma en cuenta a los bosques, podríamos estar explorando una vida que no está en armonía con la naturaleza.
Este artículo fue publicado por primera vez en el boletín de Berkeley Alumni. Leer aquí.
blog.cifor.org