Serie Enfoques cooperativos
El burocratismo estatal es una forma deliberada de alejar a las masas de sus derechos legítimos mediante la desorientación y el desgaste utilizando para ello exigencias administrativas excesivas. (Fuente: Wikipedia)
Creo que exponer una definición de burocracia y burocratismo resultaría de más, dado que todos hemos padecido, en cuanto menos una ocasión, los rigores de estas categorías sociales, así es que damos por sentado que el tema a encarar es francamente irritativo y es por ello que aquí nos tomamos una revancha pequeña sobre ellos.
La burocracia se instala en toda organización de la naturaleza que fuere con su efecto negativo y dañino, son personas que asumen actitudes burocráticas cuyas mentes están en consonancia con la exclusión.
Sabemos que no son una clase social sino más bien un subproducto social a escala mundial que realizan su nefasta acción en la sombra y son francamente siniestros y corroen toda ética y moral para socavar los sanos principios de celeridad y eficiencia y valores humanos, en fin, pienso que deberíamos declararlos enemigos públicos.
También, estos verdaderos roedores de la moral y buenas costumbres, están instalados en las cooperativas, en las federaciones, confederaciones y toda otra organización de representación cooperativa.
El daño que producen con su burocrática acción es francamente devastador, pues relajan los valores y los principios cooperativos, neutralizan el surgimiento de nuevos cuadros técnicos y dirigenciales, traban proyectos viables, aíslan con mezquindad apoyo institucional a cooperativas de base, relajan la integración, la democracia y la participación y no impulsan con vigor necesario planes de educación cooperativa a toda escala y nivel como el cooperativismo escolar y universitario y hasta conspiran contra el prestigio de líderes cooperativos emergentes.
En las señaladas acciones burocráticas-entre otras-encontraremos la razón por la cual muchas cooperativas no permiten que el pueblo e incluso muchas veces los propios asociados, las identifiquen como un Movimiento transformador. Revertir esta negativa imagen es la gran labor de la corriente doctrinaria del denominado Cooperativismo del Siglo XXI.
Y en verdad realizamos una comparación jocosa de los burócratas con los boludos como bien los señala Facundo Cabral (1937-2011), “Cuidado con los boludos”*, ese gran cantautor argentino a quien tanto admiramos:
http://youtu.be/TBaePIfCH-s
“Mi abuela decía -Habría que acabar con los uniformes que le dan autoridad a cualquiera, porque ¿Qué es un general desnudo? – Tenía derecho a hablar de esto porque ella estuvo casada con un Coronel. Que eso si había que reconocerlo era un hombre muy valiente. Solamente le tenía miedo a los boludos.
Un día le pregunte ¿Por qué? y me dijo – Porque son muchos, ¡no hay forma de cubrir semejante frente! Por temprano que te levantes, a donde vayas, ¡ya está lleno de boludos! y son peligrosos, porque al ser mayoría eligen hasta el presidente… Y los hay de toda categoría, por ejemplo:
El boludo burócrata, que es oficialmente boludo.
El boludo informático, que es un boludo computado.
El boludo optimista, que cree que no es boludo.
El boludo pesimista, que cree que él es el único boludo.
El boludo esférico, porque es boludo por todos lados.
El boludo fosforescente, porque hasta de noche se ve que por allá viene un boludo.
El boludo de referencia, ¿Dónde está Alberto? allá al lado del boludo de traje marrón.
El boludo de sangre azul, que es hijo y nieto de boludos.
Y el más peligroso de todos, el boludo demagogo, ¡Que cree que el pueblo entero es boludo!-.”
¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!