Sociopolítica

Los cubanos no reclamaban independencia en 1895, sino Autonomía

No obtuvieron ni la una ni la otra

La historia es una materia peligrosa, ya se sabe.

Hace 119 años comenzaba la segunda Guerra Civil que enfrentó a los españoles de Cuba contra los sus hermanos metropolitanos. Las razones de este conflicto, extrañamente, poco interesan hoy a pesar de que las correspondencias con lo que sucede en Cataluña deberían llamar a más reflexión. Sobre todo en lo que corresponde a la manipulación de la historia por parte de los expertos de los dos bandos. Las historias oficiales de aquellos hechos nunca reflejaron los hechos tal y como ocurrieron.

No un Grito de Independencia sino cinco

Hubo -el lector lo sabe-, cinco «gritos», dos en Occidente: el de Ibarra, con Juan Gualberto Gómez y Antonio López Coloma de jefes y el de JagÁ¼ey Grande, que tuvo de líder al doctor Martín Marrero; y tres en Oriente: el de Bayate, capitaneado por el General Bartolomé Masó; el de Guantánamo, que comandó «Periquito» Pérez y el de Baire, lanzado por los hermanos Lora, Florencio Salcedo y otros cubanos.

De todos ellos, el único discutido es este último, por el marcado acento autonomista que lo preside.

Algunos historiadores afirman que ello se debió a una hábil dilación hasta lograr prepararse bien los alzados. Puede ser, pero lo real y verdadero es que el de Baire fue el único que careció del decidido matiz separatista que tuvieron los otros cuatro. Aquí verá el lector lo referente a la comisión que en nombre de los alzados en Baire visita al Gobernador Enrique Capriles y que integran los señores Lora, Escalante, Plazas y Cardet. Iban en busca de un entendimiento, y hasta se dice que solo pedían la destitución del Alcalde de Jiguaní, don Francisco Ramos.

Bandera Autonomista enarbolada en Baire el 24 de febrero de 1895Otro detalle a observar es lo referente a la bandera enarbolada en el levantisco poblado y la que era española, esto es, roja y gualda, atravesada en forma de X por dos franjas diagonales. La misma fue ideada por el señor Alfredo Betancourt Manduley, diputado autonomista. De ahí que, resulta interesante y esclarecedor lo publicado por los diarios de La Habana en aquellos días iniciales y la reacción en principio, que los «gritos» tuvieron.

Como se sabe, aquellos españoles olvidados hoy por la actual administración española, no obtuvieron ni una ni la otra y actualmente viven bajo un régimen dictatorial, tal vez esta historia sirva para hacer reflexionar a algunas personas.

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.