Sociopolítica

LOs doberman atacan al pueblo hondureño

Este día, 30 de julio de 2009,  EL Heroico  Pueblo  Hondureño, libró una batalla  patriótica en todo el territorio nacional, se realizaron manifestaciones, en diversas zonas del país, como muestras de rechazo al Gobierno Golpista
de Michelleti, del Cohep y de Romeo Vásquez Velásquez, Jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas.
El Litoral Atlántico, Santa Bárbara, Copán, Comayagua, Olancho, Tocoa y otras más, levantaron su Voz.
Nos tomamos pacíficamente la carretera, que de Tegucigalpa conduce a San Pedro Sula, a la altura de «El Durazno» las  «armas»  que utilizamos , fueron nuestros cuerpos, nuestra voz, nuestra esperanza, nuestros ideales, el amor a nuestros hijos y  a Honduras.
Empezamos a gritar nuestras consignas:

1- Urge Mel. Viene Mel.

2- El pueblo unido, jamás será vencido.

3- Romeo, Romeo, que feo te veo.

4- No somos cinco, no somos cien prensa vendida
cuéntanos bien.

Aparecieron los Comandos Asesinos, de las Fuerzas Armadas y  la Policia Nacional, con armas compradas  con los impuestos  que  «El Pueblo» paga.  LLegaron  los de traje moteado, «Los  Antimotines» a quienes les pagamos sus Sueldos con nuestros impuestos, para que mantengan dignamente a sus respectivas familias y para que los Coroneles y Generales, compren, Vehículos  último modelo 2008, ó  2009, y que además, adquieran haciendas o sean Socios Mayoritarios de Banpaís y otras empresas.

Ahí estaban los Comandos de las Fuerzas Armadas, «Preparados para Pelear en una Guerra»  Enfrente no había un Ejército Enemigo, Tampoco eran Mercenarios, ni  guerrilleros;  tan solo, era un grupo de Hombres y Mujeres valientes, que tienen Ideales, Creen en la Democracia y aman Nuestra Constitución.

Ahí estaban todos  juntos  como  hermanos, los obreros, los  campesinos, los maestros, los estudiantes, los padres de familia y la ciudadanía en general.

Todos estabamos con las Manos Limpias, Inermes, porque no somos asesinos;  indefensos, porque nuestras armas  no son las bayonetas ni los fusiles, sino la Legalidad, La Constitución de la República, perdonen que les esté hablando así, se me había olvidado que aquí, en Honduras en estos días,  es delito decir las cosas por su nombre, y tan sólo por ésto; podrían decir que soy Subversivo o un antisocial.

La Jauría, avanzó,  empuñando sus Armas de Guerra, previamente nos lanzaron dos Bombas Lacrimógenas, La Resistencia  se mantenía en su puesto, luego fueron tres, cuatro cinco, seis, paré de contar y corrí, los gases asfixiaban a mis tres compañeras, una de ellas, en estado de gestación, saqué mi pañuelo, lo empapé de agua, se lo dí para su protección, Los Doberman, nos perseguían y hacían disparos al grupo.

Corríamos, algunos compañeros (as) fueron cayendo, asfixiados, desmayados, heridos, golpeados, mientras los Doberman nos atacaban con sus Armas
de Guerra.

En esos momentos recordé al nefasto Gustavo Alvarez Martínez y la doctrina de Seguridad Nacional, en la década del ochenta «La Guerra Fría» pensé.

Pero ya no ví a Alvarez Martínez. Ahora miraba a Gorilleti, Romeo que feo te veo y al Asesino de Asesinos «Billy Joya». Fue hasta entonces  que comprendí «Son Los Golpistas».

Retrocedíamos, el ejército avanzaba, perdón; quise decir » Los Doberman» la sangre brotaba de muchos rostros, pero aún así seguían resistiendo, El profesor Roger Vallejo, Secretario del Instituo San Martín, gritaba » Golpistas Basuras, Fuera de Honduras» seguía alentando a los patriotas, Desarmados, Indefensos; pero Resistencia al fin.

Estabamos  en El Carrizal, los Comandos atacaban, con armas de fuego, bombas lacrimógenas, toletazos, patadas e insultos, el grupo se mantenía fiel a sus principios patrióticos a pesar de los señalamientos del COHEP y de los Medios de Comunicación de la oligarquía,  que NO transmiten, Ni transcriben éstas manifestaciones. Carlos H Reyes, mientras era agredido y recibía  culatazos, gritaba: Adelante, Adelante que la lucha es Constante.

Las Hordas Asesinas, no daban tregua ni un segundo, estabamos en La Torocagua, cansados, apaleados, heridos , golpeados pero llenos de patriotismo, Juan Barahona y Eulogia Chávez, al unísono gritaban: Si éste no es el pueblo, el pueblo dónde está, el pueblo está en la calle; pidiendo Libertad, veinte minutos después, me di cuenta que «Los Doberman» los tenían detenidos y  pensaban remitirlos, hacia las mazmorras de tortura e ignominia.

Ahí apareció nuevamente el mentor, Roger Vallejo, junto a un grupo de profesores, obreros y campesinos, todos ellos comprometidos con el nombre de
la patria. «De aquí, no se llevan a nadie, o nos llevan a todos»  empezó la discusión, pero «Los Doberman » no saben dialogar, ellos sólo saben atacar, agredir a quienes les dan de comer, proliferaron los golpes, los insultos, las bombas  y los disparos.

El maestro Vallejo, se desplomó sobre el asfalto, un charco de sangre, manchó el mercado Zonal Belen, el disparo provino de una mano bestial, se incrustó en su cabeza,  las Á–rdenes Asesinas de Michelleti, Romeo Vásquez, Billy Joya y El Cohep se han cumplido.

Un cuerpo yace en la Morgue Capitalina, la Fiscalía, dirá que fue un Suicidio.  Esto es, para que el mundo lo sepa.

ARACELY MERCADO.
Miembro de la Unión de Escritores y Artistas Independientes de Honduras.

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.