Las marionetas son unos juguetes curiosos, incapaces de moverse por sí solos, necesitan los hilos que los gobiernan, los cuáles son manejados por la mano maestra e interesada de su dueño que ejecuta uno u otro movimiento en función de su interés.
Y así se mueven las marionetas de la política estadounidense, los cuáles se rigen por la dirección que les marcan los hilos de sus dueños, los que les pusieron en el poder, los que financiaron sus campañas políticas, los que donaron su dinero a cambio de algo.
Porque sólo los pobres donamos dinero a fondo perdido, los ricos no donan, invierten, invierten en el futuro, en poder, en injerencia en el poder, cambian favores presentes por favores potenciales en el futuro, favores que pueden no ser necesitados, pero que si lo son, serán reclamados.
Favores que rara vez coinciden con los intereses de la sociedad, de la comunidad, sino que, al contrario, solo favorecen a unos pocos, a los que solicitan la ejecución de los favores, los que piden inyecciones financieras en la economía.
Y esos agentes que financiaron la campaña de Bush son los que se benefician ahora de su plan salvador, los que reciben la inyección económica necesaria para que sus empresas no se vayan a la bancarrota. Son los que a través de las ficticias organizaciones supranacionales, como el Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial, organizan reuniones multilaterales para salvar su status de poder.
Porque estas organizaciones funcionan bajo el mando de Estados Unidos, país que se encuentra bajo la supervisión permanente, no de sus políticos, sino de sus agentes económicos, de sus grandes fortunas, sí, aquellas que financiaron las campañas de los políticos que se encuentran ahora en el poder.
Por ello es esencial que la Unión Europea se encuentre unida, para hacer frente al exceso de poder estadounidense, para ofrecer una nueva perspectiva ante los intereses económicos del otro lado del Atlántico. Porque en la Unión Europea los políticos están en el poder gracias a la decisión de los ciudadanos, no de las fortunas de cada país.
La organización en base a partidos políticos financiados por los impuestos, y vetados ante el dinero privado, permite que los cargos electos no estén en deuda con ningún particular, con niguna empresa, con ningún lobby de poder, sólo en deuda con sus ciudadanos.
Con una Unión Europea fuerte y unida, con un frente común, el FMI ya no estaría en manos de Estados Unidos, en manos de las mayores fortunas del país, sino que habría un equilibrio de poder entre ambos bandos, entre Estados Unidos y la Unión Europea.
Por todo ello, cuando escucho que Obama ha recaudado 150 millones de dólares durante el mes de septiembre, cifra récord en la historia de Estados Unidos, no me alegro ni felicito al candidato, sino que me echo a temblar, ¿de dónde vendrá ese dinero? ¿Qué favores tendrá que devolver Obama en el futuro?
P.S. Dedicado a Julio Viela