Desde que los Populares iniciaron su andadura gubernamental hemos podido observar sus ansias de endurecerles la vida a los funcionarios profesionales, pero evadían hablar de sus liberados políticos, también llamados ‘Cargos de confianza’.
Al inicio de la Legislatura, la Vicepresidenta hizo un anuncio que ahora vemos como transformación de lo que sería la realidad: rebajaron la parte fija de la nómina y subieron los complementos. El anuncio consistía en una rebaja de entre un 25 y un 35% de los sueldos a altos cargos de las empresas públicas. Lo hizo como gesto de austeridad y populismo. Los Presupuestos Generales del Estado han descubierto que, en el año 2.012, el Ministerio de Hacienda aprobó unos sobresueldos por un importe global de 52 millones de euros a repartir entre 700 altos cargos de varias empresas públicas, todos ellos puestos de confianza del Gobierno del PP.
Suelen decir los italianos que los políticos, cuando hacen una Ley, antes piensan en la trampa. En este caso, consiste en que se rebajó el salario fijo de la nómina, pero se subieron considerablemente los complementos, como por ejemplo el complemento de destino, el de productividad, etcétera. El caso es que 698 altos cargos de empresas públicas dependientes del Ministerio de Fomento, de Industria, Educación, Defensa, Agricultura y de la Sociedad Estatal de Participaciones (SEPI), se han repartido durante el año pasado 52 millones de euros en ‘sobresueldos’.
Mientras tanto, se disminuye el número de funcionarios profesionales no convocando ofertas de empleo público. Se les quita la paga de Navidad y se les reduce el sueldo a quienes de verdad, como buenos profesionales tienen capacidad para sacar adelante los asuntos ciudadanos, para incentivar a personajes con dudosa capacidad de gestión. Pero eso es otra cosa, es la forma de Gobernar de la derecha, igualita como durante el régimen.