EL CRISOL – Pascual Mogica Costa
Malos tiempos les tocó vivir a los Goya, Velázquez, El Greco, Matisse, Gauguin, Van Gogh, y a todos aquellos genios de la pintura que dieron sobradas muestras de su talento, pero que en lo económico no fueron compensados en la cuantía que hoy se podría dar. Digo esto porque en estos pasados días en los medios de comunicación ha circulado la noticia de que el Ministerio de Fomento firmó un contrato en abril de 2010 con el pintor Antonio López, según la prensa el genio hiperrealista de Tomelloso (Ciudad Real) considerado como uno de los pintores más cotizados de la actualidad. Mediante dicho contrato el pintor se comprometió a realizar el retrato del exministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos, y a cambio de ello cobrará 165.000 euros que añadiéndole el IVA se elevará a un total de 190.000 euros, más de 27 millones de las antiguas pesetas. El artista ha sido elegido por el propio Álvarez Cascos, que no se conformó con elegir a un pintor cualquiera. El cuadro será “colgado” en la galería del ministerio donde figuran los de otros ministros anteriores a Cascos. Desde luego ha hecho bien el exministro de Fomento en elegir a un artista de renombre ya que hace falta mucho más que “realismo”, de ahí que se haya elegido a un artista “hiperrealista” para plasmar en un lienzo la imagen de Cascos sin ese gesto adusto, y ese semblante de aparente mala uva que el exministro suele mostrar hasta cuando sonríe.
Se habla también de que el expresidente del Congreso de los Diputados, José Bono, también se hará un retrato cuyo costo, 82.600 euros, IVA incluido, ya ha sido reservado por el Congreso. El cuadro de Bono será obra del pintor hiperrealista madrileño Bernardo Torres, que ya hizo el retrato de Félix Pons, mientras que el de Manuel Marín, al que sucedió Bono, será una fotografía de Cristina García Rodero, Premio Nacional de Fotografía en 1996 y cuyo coste será de 24.780 euros. ¡Si aquellos fotógrafos de “mire usted al pajarito” levantaran la cabeza…!
Los elegidos por Cascos y Bono son pintores hiperrealistas, no impresionistas, aunque impresionados creo que nos hemos quedado todos cuando hemos visto lo que a los contribuyentes nos cuesta, en los tiempos que corren, el que el rostro de nuestros prohombres de la política pasen a la posteridad. No sé lo que en su día cobró Velázquez por el retrato de “Las Meninas”, pero imagino que mucho menos de lo que van a cobrar estos pintores hiperrealista por el de “Los Meninos”. ¿Dimitirá Carlos Dívar, este jueves?