Cada vez hay más alumnos extranjeros en las aulas, muchos de ellos con un idioma distinto al de su entorno sociolingüÃstico. Un estudio de la Universidad de Girona ha evaluado el conocimiento de catalán y castellano de estos niños y niñas, y confirma que tardan, por lo menos, seis años en tener el mismo nivel en lengua que los alumnos nacionales. Los investigadores proponen un nuevo sistema, probado con éxito en otros paÃses, para impedir que el idioma sea una barrera para el desarrollo académico.
“En todas las etapas que hemos estudiado en este y otros estudios previos –educación infantil, segundo y sexto de primaria– hay una distancia significativa entre el conocimiento de las lenguas escolares (castellano y catalán) por parte del alumnado nacional en comparación con el de los extranjerosâ€, declara a SINC José Ignacio Vila, catedrático de PsicologÃa Evolutiva y de la Educación e investigador de la Universidad de Girona.
Vila y su equipo evaluaron el conocimiento de catalán y castellano de 153 alumnos árabes, 45 alumnos rumanos y 259 alumnos latinoamericanos de lengua española de sexto curso de primaria (11-12 años) procedentes de 52 escuelas con 72 aulas de Cataluña. Todo el alumnado estaba escolarizado en esta comunidad autónoma desde el parvulario o, si se habÃa incorporado a lo largo de la enseñanza primaria, tenÃa una escolarización previa regular en sus paÃses de origen.
“Inicialmente seleccionamos 57 escuelas de un listado proporcionado por la Generalitat de los 570 centros públicos distribuidos por todo el territorio de Cataluña y que escolarizaban a más del 10% de alumnado extranjero. La selección se hizo de acuerdo a dos criterios: porcentaje de extranjeros en las aulas y entorno sociolingüÃstico del hábitat en que se situaba la escuelaâ€, explica el estudio.
De esta selección, solo 52 escuelas escolarizaban a alumnos rumanos, latinoamericanos o árabes. El 69% estaban situados en un entorno donde predominaba el castellano y el 31% en lugares donde se hablaba más catalán. Los investigadores evaluaron a los niños a partir de pruebas sobre conocimientos de ambos idiomas que están baremadas en Cataluña desde mediados de los años 90.
“La realidad sociolingüÃstica de Cataluña hace de este entorno un buen observatorio para el estudio de la adquisición de la lengua de la escuela del alumnado extranjero ya que, a diferencia de otros paÃses, no acostumbra a coincidir la lengua escolar y la mayoritaria de uso socialâ€, afirman los investigadores.
El alumnado árabe tiene mayores dificultades
Según sus resultados, el alumnado árabe es el que obtiene niveles más bajos en catalán y castellano, excepto en expresión oral en catalán en los entornos catalanizados, donde se sitúa entre los estudiantes rumanos y latinos. Asimismo, los datos indican que los niños y niñas de origen extranjero tardan como mÃnimo seis años en equiparar el conocimiento de la lengua escolar a los nacionales.
A los rumanos que vienen escolarizados en su propia lengua y viven en entornos catalanoparlantes les cuesta entre seis y nueve años equiparar su conocimiento. Los latinoamericanos tardan seis años y los árabes al finalizar la educación primaria todavÃa saben significativamente menos castellano que sus pares nacionales. Esos resultados coinciden con los de otros paÃses. En cualquier caso, los más rápidos son los que viven en entornos sociolingüÃsticos que coinciden con la lengua escolar y además su idioma de origen tiene caracterÃsticas semejantes al catalán y al castellano.
“Para superar este desfase, hay que entender que no es un problema de refuerzo, sino de modificación de la práctica educativa. Por mucho refuerzo que se haga, no van a tardar menos, porque el proceso de adquisición del lenguaje es el que es. Lo que hay que entender es que la escuela debe promocionar fundamentalmente conocimiento académico. Esto significa que, independientemente de lo que el alumno sabe de la lengua de la escuela, tiene que tener el mismo rendimiento en matemáticas, sociales o naturalesâ€, subraya Vila.
Para los expertos, esto implicarÃa modificaciones importantes de la práctica educativa para que la adquisición del conocimiento académico no dependa de las habilidades lingüÃsticas. Otros paÃses como Canadá, EE UU o Australia ya siguen métodos con los que el idioma no interfiere en el conocimiento académico.
“Realmente es lo que ha hecho siempre la educación bilingüe, es decir, escolarizar al alumnado en una lengua distinta a la suya parte de la idea de que el problema no es la lengua, sino el conocimiento académico. Imaginemos que en Cataluña la inmersión lingüÃstica con el alumnado castellano hablante hubiera fracasado; tendrÃamos unas cuantas generaciones de criaturas sin formación, pero no es asÃâ€, concluye Vila.
Referencia bibliográfica:
 Judith Oller, Ignasi Vila. “Interdependencia entre conocimiento de catalán y castellano y efectos de la lengua familiar en la adquisición de las lenguas escolaresâ€, Cultura y Educación, 23 (1): 3-22, 2011.
SINC