Sociopolítica

Los obispos y el miedo a la libertad de expresión

Era de esperar. Ya decía yo el 19 de junio de 2008 que la Iglesia empezaría a cuestionar la permanencia de Jiménez Losantos en la COPE el mismo día de la condena por la juez del caso Gallardón:

«Ahora difunden noticias aparentemente falsas para seguir debilitando la posición de Losantos ante la COPE. Los obispos estarían mal aconsejados si hicieran caso de tales bulas plegándose a las exigencias de la izquierda de cesar al director de La Mañana y eliminar así uno de los máximos críticos del gobierno y un periodista que dice la verdad, aunque algunas veces pueda dar la impresión de estarse pasando tres pueblos. Decir la verdad puede costar caro, y la Iglesia no ha demostrado nunca mantenerse firme ante los ataques. Al margen de que el juicio y la sentencia en primera instancia no son óbice para dar por terminada la colaboración de Losantos en la COPE, por el momento no se justificaría en absoluto retirarle la confianza, pues entre otras cosas La Mañana es una fuente importante de ingresos de la emisora que seguramente dejaría de manar tan abundantemente si deciden cesar a Losantos como director del programa. Por otra parte, se trataría de un acto de cobardía, y los obispos no deberían tener por modelo a Caín traicionando a un defensor de su causa. Con ello, la COPE caería en el mismo error fatal que Rajoy en el caso del PP. No creo que ante la situación actual sería muy conveniente para la Iglesia exponerse a perder muchas cruces en la declaración de la renta.»

Con lo ocurrido ahora y tras leer las explicaciones de Losantos en su blog, está claro que la Iglesia se somete al gobierno, cede a las presiones de los enemigos de la libertad de expresión y despide prácticamente a Losantos, pues la alternativa ofrecida de compartir La Linterna sabe a caramelo amargo.

Quienes estarán contentos son los gallardonitas, saltando de alegría junto a sus amigos del Prisoe, por haber conseguido acabar con Losantos al frente de La Mañana en la COPE. Lo que olvida la COPE es que la audiencia bajará considerablemente, porque para escuchar una cadena un tanto rancia hablando más de religión que de otra cosa los fieles oyentes de Losantos y Vidal se buscarán otra más interesante. Como parece, César Vidal tampoco querrá seguir en la COPE y se irá con Losantos a otra cadena.

No me gusta excesivamente el estilo de Jiménez Losantos, pero es de los pocos que dicen las cosas como son, con o sin exageración. Por otra parte, la Iglesia ha dado una nueva muestra de otro aspecto que no me gusta: Su cobardía, esa falta de coraje y el oportunismo de ir con el poder para no perder prebendas económicas. Perderá muchas cruces en las declaraciones de la renta y muchos de sus oyentes, que se pasarán, sin duda, a El Gato al Agua.

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.