Justo al lado de mi casa hay un descampado que en sus tiempos fue un solar edificable; de aquélla, ha quedado un agujero patrocinado por BBVA que vienen a ser los cimientos inconclusos de la crisis. Y los vecinos, en tácito y comunal acuerdo, hemos decidido volver a cubrirlo con las excrecencias existenciales de nuestros perros. Llevará su tiempo pero lo conseguiremos. No lo duden. Allí saco yo a mi tenaz compañera de fatigas, a que estire las patas y desagÁ¼e arcaduces. Y allí nos reunimos los mismos perros cada mañana, y los mismos chuchos también, a hacer la vida social cincominutera, ya saben, olerse las posaderas, contarse los sueños de celo de la noche y escribir los sms pertinentes en árboles y farolas. Mi perrito ha cogido la cansina costumbre de dar vueltas y vueltas por toda la campa, pensándose muy mucho donde echar la bosta matutina, y después de largos minutos de olfatear, rastrear y remolonear, ya cansado, ante el apremio de mis silbidos, decide echar el autógrafo a la puerta de la casa. Será que mi energía no es firme y serena.
Como en nuestra campa canina, 140 cuarenta dirigentes y máximos mandatarios del Universo conocido, se reúnen desde hoy hasta el próximo miércoles en la capital del mundo (no en Bilbao no, en Nueva York) para hablar de los Ocho Objetivos del Milenio. Está muy bien. Aunque yo lanzo este aviso a navegantes internautas: mi santa esposa y yo ya tuvimos, a efectos caseros, una reunión semejante. Fue hace 3 años, por un quítame allá ese bodrio: ella quería ver la Noria y yo el fútbol, y como miembros de la OPU (Organización de las Parejas Unidas) alcanzamos un acuerdo de mínimos. Es decir, compramos otra televisión.
Hace 10 años, guiados por los silbidos de la ONU, se reunieron estos mismos iluminados (o sus predecesores), para decidir cuáles debían ser esos ocho objetivos y la primera estación con parada se fijó para el año 2015. Pueden solazarse con su lectura en el siguiente enlace.
http://www.undp.org/spanish/mdg/basics.shtml
Echarán en falta alguno, seguro, tipo Miss, como lograr la paz en el mundo y esas cosas. Pero como el tiempo vuela, o como decía la canción, va y viene y nunca se detiene, resulta que ya para 2015 vamos tarde. A lo que se ve, el presidente de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, viene con la fusta preparada. Que ya les adelanto yo que, como no haga honor a su nombre y les haga un ayuke o un kame de Songoku, el patio se queda como está.
Y lanzo una apuesta, llamésmola la Apuesta Semanal del Bet at Migas, que antes del miércoles, si están atentos a las ventanas de comunicación, escucharán al menos cincuenta veces lo del “acuerdo de mínimos”, que es la nueva moda de estas reuniones, para justificar sueldos y fabulaciones. Vamos, como mi perro, que después de tres horas de contubernio, acaba echando la cagarruta en el portal. Y meneando el rabo, para que no me enfade y le siga echando la ración de Brekkies Excel.